Un
cambio…
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
EL QUIERE LO MEJOR PARA TI
SALMOS 130:3-4 “Si tú, Señor, tomaras en cuenta los
pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente? Pero en ti se halla perdón, y
por eso debes ser temido.”
Hay muchas razones por las cuales no nos gusta reconocer que
hemos fallado y que debemos cambiar de actitud o cuando menos ofrecer disculpas
por el error cometido.
Así como nos sucede en nuestra relación con otros también nos
ocurre con DIOS. A Él le hemos fallado prácticamente en todo lo que hemos
hecho, dicho, pensado o dejado de hacer. Es nuestra naturaleza desobedecer y
aún más cuando se refiere a los mandamientos que DIOS nos ha establecido.
No sigamos haciéndonos “los suecos” y reconozcamos que hemos
faltado gravemente a lo que DIOS nos ha ordenado.
Mientras mantengamos una actitud de negación de nuestra
culpabilidad continuaremos inmersos en graves problemas porque nuestra conducta
no es la correcta y porque lo que estamos haciendo no le agrada a DIOS.
¿Qué nos cuesta poner de lado, remover, nuestro orgullo y
humillarnos a reconocer que no siempre tenemos la razón y que haber
desobedecido a DIOS es lo peor que podíamos haber hecho?
Hay una pista que puede ayudarnos a cambiar de actitud. Se
llama “temor de DIOS.” Cuando hablamos
de temor de DIOS no estamos haciendo referencia a la emoción llamada miedo. En
este caso, temor se refiere al respeto que se le tiene a la autoridad y a la
obediencia que resulta de ese respetuoso actuar.
Lo mínimo que DIOS exige de nosotros es obediencia. Ésta es
la clave del temor de DIOS.
El temor de DIOS no es vivir constantemente aterrorizado y a
la espera de que en cualquier momento DIOS nos va a castigar con la más
horrible de las penas que a Él se le pueda ocurrir. El temor de DIOS es
simplemente la obediencia que El se merece como Creador que es de nosotro. es
un temor reverente.
Reconozcamos nuestras faltas y con la ayuda de DIOS y Su
perdón cambiemos de rumbo. Su misericordia es grande y nueva cada mañana.
No desperdiciemos esta oportunidad de arreglar las cuentas
con nuestro Creador.
Incluye a DIOS en todos
tus planes, dále el lugar que Le corresponde en tu vida. Lee Su palabra todos
los días y siempre escucha atentamente las instrucciones que El te dé.
Obedécelo en todos tus caminos y verás como la bendición celestial será tu
perenne compañera. El Señor quiere lo mejor para ti. ¿Qué esperas?
ORACIÓN: Señor, gracias por el nuevo día que me das. Gracias por las
muestras de Tu amor en mi familia, salud, trabajo, amistades. Humildemente me
acerco a Ti para pedirte perdón por las faltas que he cometido y ayúdame a
cambiar. Te lo pido en el nombre de Cristo, amén.
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