miércoles, agosto 17, 2011

VENIDA... ¿ESTAMOS PREPARADOS?

¿Estamos preparados?
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Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria 
VENIDA
por RITCHIE PUGLIESE

HECHOS 1:11 “…los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”
Los momentos finales que Jesús pasó, físicamente con sus discípulos, fueron emocionantes.  El les habló todo lo que debían saber para empezar a caminar y hacer su voluntad.  Debían esperar que el Espíritu Santo se derramase primero, para luego ir y predicar el Evangelio.  Esta despedida fue vista sólo por sus discípulos.  El estaba dejando una enseñanza, considerada por la Cristiandad como la “bendita esperanza”, es decir, el arrebatamiento de los cristianos en las nubes para estar por siempre con El.
En el pasaje de hoy leemos que el Señor dejó la constancia de que así como El se fue (en las nubes) así volverá.  Los ángeles mensajeros de Dios informaron a los discípulos presentes el sentir del Señor.  Este sentir es la característica de todos los cristianos que aman al Señor.
Ha pasado mucho tiempo de este suceso, y pareciera como que la venida de Cristo (el arrebatamiento en las nubes) fuera una mentira o que nunca va a suceder.  Vivimos la vida sin pensar en este hecho tan importante.  No hace falta entrar en muchos detalles, para darnos cuenta que casi todas las profecías bíblicas previas al retorno de Cristo se han cumplido.  Su retorno es inminente.
Sería bueno preguntarnos en este día: ¿Soy consciente que hoy el Señor puede venir a buscarme y arrebatarme junto con su iglesia?  ¿Estoy realmente preparado?  Si El viniera en los próximos cinco minutos, ¿Estoy realmente en condiciones de verlo cara a cara?
La Biblia enseña que el arrebatamiento sucederá en un abrir y cerrar de ojos.  Eso significa que debemos estar preparados de antemano. ¿Lo estamos?
CONFESION DE FE: VEN SEÑOR JESÚS

ORACION: Perdóname Señor por pasar mis días sin pensar en Tu inminente venida.  Despiértame de mi insensibilidad espiritual, y enciende mi lámpara (mi vida) con el Aceite del Cielo que es la presencia de tu Espíritu Santo.  Haz que yo también pueda decir: ¡Ven Señor Jesús!  Te lo pido en tu Nombre, amén.

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