domingo, noviembre 15, 2009

NUESTRO TESTIMONIO

Nuestro testimonio...
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Bendiciones,
Enio


Meditación Diaria
Renuevo de Plenitud

ADOPTADO
COLOSENSES 3:5 “Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia (que es una forma de idolatría).”

En la antigua Roma, los emperadores ocasionalmente hacían uso de la adopción para transmitir la sucesión a herederos competentes. César Augusto fue adoptado por su tío abuelo Julio César. Otros adoptados notables incluyen a los emperadores Tiberio, Trajano y Adriano. Todos ellos demostraron ser gobernantes fuertes porque cada uno de ellos vivió como hijo de su padre adoptivo.

Todo cristiano es un hijo adoptado por el Rey de reyes. Tenemos una enorme deuda a Su favor. Pero DIOS, quien lo tiene todo, no necesita que la cancelemos. ¿Qué es lo que Dios desea?

Él quiere que vivamos de la manera que corresponde a Sus hijos. Las actividades y los valores que no van acorde con nuestra posición como hijos de DIOS deben eliminarse (Colosenses 3:5). Las actitudes egoístas y destructivas han de ser reemplazadas por actividades y valores que exhiban nuestra gratitud y nuestro amor por DIOS y debemos reflejar nuestra condición como Sus hijos. Pablo escribió: «Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia» (v. 12).

¿Pueden los demás a tu alrededor decir que efectivamente eres un hijo del Rey? Pregúntale al Espíritu Santo qué es lo que necesitas quitar de tu vida y qué es lo que necesitas poner en ella para que puedas reflejar con mayor fidelidad tu condición de hijo adoptado de DIOS. —CPH
www.RenuevoDePlenitud.com

Lectura Bíblica: Colosenses 3: 1-11
1 Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. 2 Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. 3 Pues ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el vivir con Cristo. 4 Cristo mismo es la vida de ustedes. Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán con él llenos de gloria.
Consecuencias de la unión con Cristo
5 Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia (que es una forma de idolatría). 6 Por estas cosas viene el terrible castigo de Dios sobre aquellos que no lo obedecen; 7 y en su vida pasada ustedes las hacían. 8 Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes. 9 No se mientan los unos a los otros, puesto que ya se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, 10 y se han revestido de la nueva naturaleza: la del nuevo hombre, que se va renovando a imagen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo plenamente. 11 Ya no tiene importancia el ser griego o judío, el estar circuncidado o no estarlo, el ser extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo es todo y está en todos.

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