sábado, julio 25, 2009

ANTE MIS PROBLEMAS Y NECESIDADES

Ante mis problemas y necesidades…
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Bendiciones,
Enio



MEDITACIÓN DIARIA


AFERRARNOS A NUESTRA ESPERANZA
Romanos 5:5 ”Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”



La situación de Ana* parecía irremediable. Estaba angustiada porque “el Señor no le había concedido tener hijos”. Lo cual por sí solo, era un gran motivo de desgracia para una mujer hebrea. Pero Ana sufría aún más por la provocación intencional de la otra esposa de su marido, quien había sido bendecida con hijos.
Ana era una mujer de gran fe, incluso en medio de su frustración y de su dolor, año tras año seguía yendo a Silo para adorar al Señor. La perseverancia es una cualidad que Dios se valora mucho en su pueblo. El aguante en las pruebas da un carácter piadoso y una esperanza que no nos defrauda.


Aferrarnos a nuestra esperanza puede ser difícil cuando las circunstancias son amargas y no sentimos que hay señales de progreso. Para los creyentes, esto puede ser aún más desalentador, porque saben que Dios puede satisfacer sus esperanzas y remediar la situación, pero El no lo ha hecho.


El dolor agudo muchas veces lleva al Señor. Ana había adorado fielmente a Dios en compañía de todo Israel, pero esta vez fue sola al tabernáculo para orar al Único que podía ayudarla. Con amargas lágrimas derramó su alma delante del Señor, y le ofreció el sacrificio de lo que ella más valoraba, un hijo. Puso su esperanza a los pies del Señor, y prometió que si Dios le concedía su deseo, ella le daría su hijo.


Aquello a que nos aferramos sólo podremos conservarlo si lo rendimos a Dios. Este principio bíblico se aplica a nuestras esperanzas, y también a nuestra vida misma. Aprende del ejemplo de Ana, y derrámale tu corazón a Dios. Pon tus esperanzas delante de Él, el Único que puede satisfacer tus deseos o cambiarlos para armonizarlos con Su voluntad.
ORACION:
Señor, gracias porque a través de la Biblia podemos conocerte y comprenderte mejor. Gracias por las muestras de Tu amor. Te pido Padre Celestial que me perdones porque muchas veces pienso que Tú no quieres solucionar mis problemas y necesidades. Ahora sé que debo poner todo (mis inquietudes y necesidades) delante de Ti, y esperar que se haga Tu voluntad. En el nombre de Cristo Jesús, amén.

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