viernes, mayo 22, 2009

EL LUGAR DEL AYUNO EN LA ORACION

El lugar del ayuno en la oración
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Bendiciones,
Enio


Meditación diaria
El lugar del ayuno en la oración
Mateo 6:16-21 El ayuno
Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

El verdadero tesoro
No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Las palabras de Jesús sobre el ayuno representan Su invitación a que tengamos una experiencia más profunda con Dios. Al poner los deseos físicos de nuestro cuerpo bajo el control del Espíritu, renunciamos a tener el control de lo material para abrazar lo espiritual. Entre las razones para ayunar están:

Limpieza del pecado. Cuando bajamos nuestra guardia espiritual, comenzamos a pensar como el mundo, a hacer nuestra voluntad y a dejar nuestra relación con Dios, y/o nos afanamos por acumular en lugar de dar. Debido a esta falla, comienzan a echar raíces en nosotros, actitudes y hábitos, que apenas notamos. Pero Dios lo ve; esas cosas son un estorbo para nuestra comunión con Él, limitan la efectividad de nuestro servicio y merman nuestro gozo.

La oración combinada con el ayuno le dará a Dios toda nuestra atención para que Él trate con las áreas de pecado de nuestra vida. Nosotros, a la vez, veremos que son serias y estaremos deseos de renunciar a ellas.

Dirección. Dios está dispuesto a darnos dirección clara, pero, para algunas cosas, hacen falta el ayuno y la oración. Por medio de éstos, logramos tener la mente purificada que se necesita para escuchar lo que Él está diciendo, y un espíritu obediente y listo para aceptar Sus instrucciones.

Protección. Por medio de la oración, adquirimos discernimiento en cuanto a la voluntad de Dios, y recibimos ayuda para identificar situaciones nocivas y/o peligrosas. Si nos sometemos a Su autoridad y confesamos nuestra necesidad de protección, Su Espíritu nos dará discernimiento para tomar decisiones más inteligentes y evitarnos problemas que no son necesarios.

ORACION: Padre, gracias por las muestras de tu amor. Perdóname porque últimamente me estoy dejando llevar por las cosas mundanas. Gracias porque me enseñas como acercarme más a Ti, a través del ayuno y la oración. Gracias Señor, en el Nombre de Cristo, amén.

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