Gracias SEÑOR.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ENVIAR UN SOS
Nuestro Pan Diario
**Leer Salmo 34:1-10
SALMO 34:4 “Busqué al Señor, y él me oyó…”
Cuando su choza en una región montañosa de Alaska se incendió, el colono se quedó sin un refugio apropiado y con pocas provisiones en el estado más frío de Estados Unidos, en medio de un invierno helado. Tres semanas después, fue rescatado cuando un avión pasó y vio un gran SOS que el hombre había grabado en la nieve y ennegrecido con hollín.
El salmista estaba, sin duda, en serios apuros. El celoso rey Saúl lo perseguía para matarlo. Entonces, David huyó a Gat, donde simuló estar loco para preservar su vida (ver 1 Samuel 21). Como resultado de esos acontecimientos surgió el Salmo 34, donde clamó a DIOS en oración y encontró paz (vv. 4, 6)**. El SEÑOR escuchó sus ruegos y lo libró.
¿Estás en una situación desesperada y clamando por ayuda? Ten la seguridad de que DIOS aún oye y responde nuestras oraciones desesperadas. Como con David, está atento a nuestros clamores y nos quita el temor (v. 4); y a veces, incluso nos libra «de todas [nuestras] angustias» (v. 6)**.
La Escritura nos invita: «Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará» (Salmo 55:22). Cuando entregamos a DIOS nuestras circunstancias, podemos confiar en que ÉL nos brindará la ayuda que necesitemos. Estamos seguros en Sus hábiles manos.
OREMOS: PADRE, gracias por oír mis oraciones y darme consuelo y paz. Y gracias especialmente por perdonar mi pecado. En el amor de CRISTO, amén.
¿Cuándo sentiste paz después de clamar al Señor?
¿Cuándo te rescató de una situación desesperante?
**Leer Salmo 34:1-10
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. 2 En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos y se alegrarán. 3 Engrandeced a Jehová conmigo y exaltemos a una su nombre.
4 Busqué a Jehová, y él me oyó y me libró de todos mis temores. 5 Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados. 6 Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias. 7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los defiende. 8 Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él! 9 Temed a Jehová vosotros sus santos, pues nada falta a los que lo temen. 10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
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