lunes, marzo 16, 2020

NO TAN SIMPLE COMO PARECE


Todos tenemos una función vital en el cuerpo de Cristo, la iglesia.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NO TAN SIMPLE COMO PARECE
Nuestro Pan Diario
**Leer 1a Corintios 12:20-27

1a CORINTIOS 12:27 “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”

Asiste a un rodeo en el que compitan para enlazar un animal desde un caballo, y los verás: participantes con cuatro dedos y un muñón donde debería estar el pulgar.
Es una lesión habitual en este deporte: el pulgar queda atrapado entre la soga por un lado y un animal tironeando del otro, y por lo general, el dedo es el perdedor. Esta lesión no termina con la carrera del competidor, pero sí cambia las cosas.
Sin el pulgar, intenta cepillarte los dientes, abotonar una camisa, peinarte, atarte los zapatos o incluso comer. Este pequeño y pasado por alto miembro del cuerpo tiene un papel fundamental.
El apóstol Pablo señala un escenario similar en la iglesia. Aquellos que suelen ser menos visibles o que se escuchan menos experimentan a veces un “no te necesito» de parte de otros (1a Corintios 12:21). A menudo, esta idea se refleja solo en actitudes, pero en ocasiones, se dice en voz alta.
DIOS nos llama a mostrar igual interés y respeto unos por otros (v. 25). Todos los creyentes somos parte del cuerpo de CRISTO (v. 27), sean cuales sean los dones que hayamos recibido, y nos necesitamos mutuamente. Algunos son ojos u oídos —por decir así—, y algunos son pulgares. Pero todos tenemos una función vital en el cuerpo de CRISTO, la iglesia; y a veces, más de lo que parece.
Si piensas que eres un miembro insignificante,
memoriza 1a Corintios 12:27: “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”
OREMOS: PADRE, que recordemos que solo TÚ eres la Cabeza. En el amor de CRISTO, amén.
**Leer 1a Corintios 12:20-27
21 Ni el ojo puede decir a la mano: «No te necesito», ni tampoco la cabeza a los pies: «No tengo necesidad de vosotros». 22 Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a aquellos miembros del cuerpo que nos parecen menos dignos, los vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro, 24 porque los que en nosotros son más decorosos no tienen necesidad. Pero Dios ordenó el cuerpo dando más abundante honor al que menos tenía, 25 para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular.
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