Las muestras de Su amor.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
DIECISIETE AÑOS DE OLVIDO
LUCAS 15:17-19,22-24 "Volviendo en sí, dijo: -¡Cuántos
jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de
hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: «Padre, he pecado contra el
cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo;… Pero el padre dijo
a sus siervos: "Sacad el mejor vestido y vestidle; y poned un anillo en su
dedo y calzado en sus pies. Traed el becerro gordo y
matadlo, y comamos y hagamos fiesta, porque este mi hijo muerto era y ha
revivido; se había perdido y es hallado". Y comenzaron a regocijarse."
De un momento a otro, se dio cuenta de que era otra persona. Es decir, de
repente, tras muchos años de olvido, se dio cuenta realmente de quién era
él.
Rafaele Venutti se sentó asombrado en un banco de la
plaza, se rascó la cabeza y se rió un poco de sí mismo. Diecisiete años atrás, Rafaele
Venutti vivía en el pueblo de Erto, a orillas del lago Langarone, en Italia La noche del 9 de diciembre de 1963, debido a las
grandes lluvias, una avalancha de tierra se desprendió de la montaña y cayó al
lago. Las aguas se levantaron en una enorme ola, y esa ola arrastró con tres
localidades de la orilla.
Rafaele quedó mudo de la impresión y perdió la memoria. Todos creyeron que había muerto,
y su familia se resignó
a su pérdida. Diecisiete años después,
en la ciudad italiana de Udine, recuperó
súbitamente la memoria y les pidió a las autoridades que lo ayudaran a reencontrarse
con sus familiares. Para él fue como volver a vivir. «Volver a vivir.»
¡Qué
linda frase! Rafaele vivió diecisiete años como vagabundo, sin familia, sin hogar,
sin casa, sin amigos y sin parientes. En esos diecisiete años, él se
creía un abandonado de todos, un verdadero paria, deambulando de
aquí para allá como perro sin dueño, sin tener ni siquiera
dónde caerse muerto.
Y
sin embargo, sin saberlo, todo ese tiempo era dueño
de una propiedad, y tenía
esposa e hijos, como también muchos parientes y amigos que lo amaban
y que felizmente compartirían la vida con él. Cuando recuperó la memoria, Rafaele
recuperó todas sus posesiones y volvió a ser feliz.
Conocer a Jesucristo
como Señor y Salvador es algo así como recuperar la memoria de
un momento a otro. Es entrar súbitamente en una
nueva dimensión de vida. Es hacerse de familia,
de amor, de amigos y de parientes. Es saber, de repente, que uno es alguien, que no es un
simple vagabundo en este mundo, un paria desposeído de todo, sino un hijo de DIOS,
con toda la herencia y toda la dignidad de los hijos de DIOS.
Podemos vivir en esta vida hasta veinte, treinta,
cuarenta, o decenas más de años como si nada tuviéramos, como si fuéramos los
más pobres y desamparados del mundo.
Pero
cuando encontramos a Cristo, nos damos cuenta de lo ricos que somos. Y entonces
exclamamos asombrados: ¡Toda esta bendición que me tenía guardada
Cristo,
y yo ni me había dado cuenta!»
Si aún no has tenido esta experiencia, ya es hora de que la tengas, si no
en este momento,será en el que sigue…
DIOS te ama y te da esta oportunidad… y en Su Palabra
dice: 16 "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida
eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él." (Juan
3: 16,17)
ORACIÓN: Gracias Señor por Tus bendiciones y por las muestras de Tu amor… Por Cristo
Jesús, amén.
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