Escuchar lo que DIOS dice…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
SANTIAGO
1:19-22
¿ESTÁS
PREPARADO?
SANTIAGO 1:19-22 “Por esto, mis amados
hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para
airarse, porque la ira del hombre no obra la justicia de DIOS. Por lo cual,
desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Sed hacedores de la
palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Si alguno es
oidor de la palabra pero no hacedor de ella, ése es semejante al hombre que
considera en un espejo su rostro natural; él se considera a sí mismo y se va, y
pronto olvida cómo era.”
¿Cómo te preparas para el trabajo?
¿Y para una cita? ¿Tienes alguna rutina de preparación específica antes de ir
al gimnasio? ¿Y para lavar ropa, comprar comestibles o sembrar un jardín? La
preparación es esencial para cualquier área de la vida, especialmente si vamos
a tener algún tipo de eficacia.
El libro de Santiago nos recuerda
la importancia de prepararnos para escuchar al DIOS del universo.
Abrir mis oídos: estar pronto para
escuchar. Tener oídos abiertos significa prever que DIOS tiene algo que decir y
que tendrá un impacto en mis emociones, pensamientos y voluntad. Tener los
oídos abiertos significa que recibiré lo que DIOS tiene que decir sin discutir,
sin pelear y sin mostrar una actitud orgullosa.
Cerrar mis labios: ser lento para
hablar. Alguien ha dicho en broma: «DIOS nos ha dado una boca y dos oídos para
que escuchemos dos veces más de lo que hablamos.» Realmente no podemos escuchar
a DIOS si estamos hablando constantemente. A veces debemos prepararnos para
escuchar a DIOS en silencio.
Mantenerme calmad@: ser lent@ para
la ira. La ira es una emoción que constantemente batalla contra la Palabra de DIOS
y finalmente evita que ésta cause el impacto que debe causar en nuestra vida.
Limpiar mi vida: deshacerme de
toda suciedad moral y del mal que prevalece tanto y aceptar humildemente la
Palabra de DIOS. Así como una infección afecta nuestro oído físico, el pecado
bloquea nuestros oídos espirituales evitando que escuchemos lo que DIOS tiene
que decir.
Tu corazón es como un jardín
precioso. Si se le deja solo, la tierra sólo producirá mala hierba:
materialismo, preocupación, odio, celos, envidia, pecados sexuales, palabras
duras, problemas y ser un «sabelotodo que no practica nada de lo que predica».
Estas cosas asfixian la eficacia de la Palabra de DIOS.
Dice en Juan 10:27-28: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano." Éstas escuchan su voz, y la reconocen y le siguen; y Él
también las conoce y les da vida eterna, y nunca perecerán y nadie podrá
arrebatarlas de su mano.
¡Qué maravillosa seguridad y qué
preciosas promesas para las ovejas del buen Pastor!
Para aquellos que buscan Su rostro
en oración y escudriñan Su Palabra día tras día, de modo que llegan a reconocer
con facilidad Su voz y se dejan guiar por Él.
¿Te resulta difícil reconocer la
voz del Señor? Si es así, busca una relación íntima con Él. Dedica tiempo a
meditar en Su palabra y a orar cada día de tu vida. ¡No hay otra manera! Verás como
poco a poco tu oído espiritual se irá afinando y te resultará fácil escuchar y
reconocer la voz de Tu pastor. Cuando tú escuches esa voz que habla a tu
corazón, y obedezcas las instrucciones fielmente, entonces recibirás todas las
bendiciones que Él promete.
¿Estás preparado para
escuchar lo que DIOS tiene que decirte?
ORACIÓN: Mi Padre amado, te doy gracias
por Jesucristo, tu Hijo, quien a través de su muerte y resurrección se
convirtió en el Gran Pastor de ovejas. Yo quiero escuchar Su voz; anhelo ser una oveja que reconozca Su voz
por encima de todas las demás voces de este mundo, y quiero seguirle adonde
quiera que El me guíe. Afina mi oído, Señor, y dame la fuerza y el poder de tu
Espíritu no sólo para escuchar sino también para obedecer la voz de mi
Pastor. En el nombre de Jesús, Amén.
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