lunes, julio 23, 2012

¿NECESITAS PACIENCIA? CONFIA EN DIOS

¿Necesitas paciencia?
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿NECESITAS PACIENCIA? CONFIA EN DIOS
HEBREOS 10:35-36 “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa, pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”.
Hay sin duda una relación muy estrecha entre la confianza y la paciencia. El pasaje de hoy nos exhorta a que no perdamos “la confianza” pues "es necesaria la paciencia.” Si confiamos plenamente en que lo que esperamos llegará, seremos más pacientes para esperarlo, aunque tarde más de lo que pensábamos.
Esto es exactamente fe, como la describe Hebreos 11:1 “Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Podemos considerar la vida como una carrera que comienza el día en que nacimos y termina el día que partimos de este mundo. No es una carrera en la cual estemos compitiendo con los demás, es una carrera individual de diferente duración y de distintos obstáculos para cada uno. Refiriéndose a esta carrera, Hebreos 12:1-2 dice: “corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe...”
De nuevo la Palabra de Dios nos habla de la paciencia. La palabra griega que se utiliza aquí para definir paciencia es “hipomoné” y significa “persistencia firme”. No se trata, pues, de la paciencia que se sienta y acepta las cosas resignadamente. Se trata de una paciencia activa, dominante, que soporta todo pero no se detiene, sino que marcha adelante con firmeza, hacia la meta, con absoluta certeza en la victoria.
Y también nos habla el autor de Hebreos de confianza. Dice que debemos poner los ojos en Jesús. Esto significa hacerlo a Él el foco central de nuestras vidas. Es mirarlo a El y no a las circunstancias que nos rodean. Es confiar en el Señor en todas las situaciones que puedan presentarse ante nosotros, por negativas y difíciles que estas sean.
Jesús advirtió a sus discípulos que en sus vidas encontrarían obstáculos y dificultades. Les dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33). En otras palabras, cuando llegue la prueba y la adversidad, no se desesperen, confíen en Mí, y yo los guiaré al triunfo.
Cuando ponemos nuestra confianza en el Señor, El se encarga de todos los obstáculos que encontremos en esa carrera. El nos guiará hacia la meta, y nos dará la victoria que El obtuvo hace 2,000 años cuando venció en la cruz del Calvario.
La paciencia es resultado de las pruebas y las dificultades, pero es a la vez el ingrediente que necesitamos para seguir adelante hasta la victoria. Santiago 1:2-4 dice: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
La prueba produce paciencia, pero no es el producto final. La paciencia tiene un propósito: que lleguemos a ser perfectos y cabales, es decir que maduremos espiritualmente hasta llegar al punto que hagamos la voluntad de Dios. Este es el propósito del Señor en nuestras vidas. Esa es la meta. Así obtendremos la promesa de que nos habla el pasaje de hoy.
A medida que maduramos, entendemos mejor que Dios espera que confiemos en Él en todo momento. Entonces seremos más pacientes. No nos afanaremos tanto, no nos sentiremos desesperados cuando las cosas no parezcan mejorar, sino que con paciencia esperaremos la victoria que habrá de llegar en el momento perfecto, en el tiempo del Señor y de acuerdo a Su voluntad.
ORACION: Padre Santo, ayúdame a mantenerme firme en esta carrera con mis ojos fijos en Jesús en todo momento. Aumenta mi fe y dame la paciencia y la fuerza que necesito para no desfallecer y continuar hasta la meta que Tú tienes señalada para mí. En el nombre de Jesús, Amén.

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