sábado, noviembre 19, 2011

SUS CAMINOS Y SUS PENSAMIENTOS

¡CUARENTENA!
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
SUS CAMINOS Y SUS PENSAMIENTOS
ISAÍAS 55:9 “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—.  Mis caminos y mis pensamientos  son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!”
La familia Clark vivía en Escocia, pero soñaban con emigrar a los Estados Unidos. Para ellos, juntaron y ahorraron todo el dinero que pudieron hasta que, finalmente, lograron comprar boletos en el barco que los traería a una nueva vida en una nueva tierra.
Sólo faltaban siete días para embarcarse cuando, como a menudo sucede con los planes que hacemos, todo se fue por la borda. Al hijo menor lo mordió un perro. No era nada grave, pero lo suficiente como para que el médico del pueblo colgara un cartel que decía CUARENTENA en la puerta de la casa, ya que había una pequeña posibilidad de que el niño hubiera contraído la rabia.
El barco zarpaba en una semana, mientras que el niño debía estar en cuarentena por dos semanas más. La cruda realidad era que el barco se iba a ir sin ellos abordo. 
El papá no estaba para nada contento. Estaba frustrado con su hijo (que no tenía la culpa de haber sido mordido por el perro), y furioso con Dios. Su mal humor se agravó más el día que el barco zarpó del puerto, y continuó así hasta el 15 de abril. 
Ese día, el 15 de abril, fue cuando se enteraron que el barco en el cual no habían podido viajar, el TITANIC, se había hundido... y con el más de 1,500 personas.  
Instantáneamente, la actitud del Sr. Clark cambió. De estar enojado y de mal humor, pasó a abrazar a su hijo y agradecer a Dios pues habían sido salvados. Lo que parecía haber sido una tragedia, se había transformado en un triunfo.
Esta es una historia verdadera... una que, aunque los detalles sean diferentes, se ha dado más de una vez  probablemente en nuestras vidas. Porque todos hacemos planes, y cuando esos planes no se dan, nos enojamos, nos ponemos de mal humor, y le echamos la culpa a quien sea, desde nuestra familia, hasta al Señor.   
Cuando algo así te suceda, piensa en lo siguiente: el Señor, cuyos pensamientos y caminos son mucho más altos que los nuestros, siempre va a hacer lo que es mejor para nosotros.  Él, que envió a su Hijo al mundo para ser ofrecido en sacrificio como rescate por la culpa de nuestros pecados, nunca nos va a abandonar. Su amor y su gracia no tienen límite, y su fidelidad es incuestionable. 
El Señor es así en todo detalle de nuestras vidas, sus pensamientos son mucho mayores que los nuestros, y sus planes ciertamente los mejores para nuestras vidas. Solamente hay que creerle, confiar, y Él siempre hará lo mejor.  Su Palabra nos infunden confianza y tranquilidad, en la certeza de que lo que nos da, procede de lo profundo del corazón de Dios y de Su infinito amor por nosotros.
¡SI!... podemos confiar que Dios siempre va a hacer lo correcto y mejor para nosotros.
ORACIÓN: Señor todopoderoso, mi capacidad para ver el futuro o interpretar el presente es muy limitada. Ayúdame a ver las frustraciones, los miedos, los sufrimientos y los problemas, a través de Tus ojos, y enséñame a orar siempre que se haga Tu voluntad. Aumenta mi fe Dios mío y lléname de Tu reposo. Que Tu palabra, que ha recibido mi corazón, cumpla su propósito en mi vida. Te pido esto en el nombre de Cristo Jesús, Amen. 

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