lunes, febrero 07, 2011

UN MODELO PARA ORAR

Un modelo para orar
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Bendiciones,
Enio

Meditación diaria
UN MODELO PARA ORAR
Mateo 6:5-10  -  La oración
“Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres.  n verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería.
Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis.”  
Si tus conversaciones con Dios consisten en una lista de necesidades y en un repertorio de sentimientos, entonces ha pasado por alto un elemento clave de la oración.  Está bien expresar nuestras preocupaciones, pero la parte más importante de la oración es concentrarse en Dios mismo, en amarlo y adorarlo.
Hay tres cosas acerca del Padre celestial que debemos tener presente en nuestras oraciones: Su nombre, Su reino y Su voluntad.   
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Jesús contrastó dos clases de actitud en la oración: algunas personas oran para ser admiradas por las demás, mientras que otras oran a Dios en secreto.
Las primeras tienen su recompensa en la alabanza de los hombres, mientras que las últimas serán honradas por Dios y recibirán una respuesta.  Sabemos que la oración pública es importante, pero no será más efectiva que nuestra vida de oración privada.  Frente a los demás, debemos hablar de manera sencilla y concreta; en privado, nuestras palabras deben llevarnos con humildad a la presencia de Dios con alabanza y acción de gracias.
Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad. Como creyentes, estamos declarando nuestra fe en el Reino de Dios que vendrá, y pidiendo que Cristo señoree sobre nuestras vidas.  También estamos prometiendo decir sí a todo lo que el Señor requiera de nosotros. Decir estas palabras en la oración sin tener un espíritu dispuesto, reduce el Padrenuestro a un ritual; no permitas que tu oración se convierta en un parloteo sin sentido que no tendrá ningún efecto en el corazón de Dios.  Desde la perspectiva de Dios, nuestras oraciones representan un tiempo de comunión con Él.
ORACION: Padre Nuestro, Dios eterno.  Vengo a Tu presencia para agradecerte por las muestras de tu amor.  Gracias porque a través de la Biblia aprendo cómo conversar Contigo.  Ayúdame a aceptar y a cumplir tu voluntad.  En el Nombre de Cristo, amén.

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