jueves, febrero 03, 2011

¡LIBERTAD!

¡Libertad!
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LIBRE EN ALCATRAZ
JUAN 8:31-32 “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
Visitar la cárcel federal en la isla Alcatraz, en la bahía de San Francisco, me dejó imágenes imborrables. Mientras el barco atracaba en el muelle, pude ver por qué a esta prisión de máxima seguridad, actualmente cerrada, en una época se la conoció como «La roca».  Más tarde, ya dentro de la legendaria Casa Grande, observé los rayos de luz que entraban por las ventanas fuertemente enrejadas. Después recorrí una serie de celdas con forma de jaula que albergaron a prisioneros famosos como Al Capone y Robert Stroud, «el pajarero de Alcatraz». 
Pero hubo otra imagen que me impresionó mucho más. Al entrar en una celda vacía, vi tallado en la pared el nombre «Jesús». En otro calabozo, había una Biblia en un estante. Estas dos cosas hablaban silenciosamente de la mayor de todas las libertades.
Pablo experimentó esa libertad mientras esperaba ser ejecutado. Al considerarse «prisionero de Cristo», usó ese encarcelamiento para ayudar a otros presos a descubrir qué significa ser miembro de la familia de Dios, perdonado para la eternidad y profundamente amado (Filemón 1:10). 
Las puertas y ventanas enrejadas representan un tipo de confinamiento. La parálisis física, la pobreza ineludible y el desempleo prolongado son otros.
Quizá estés atravesando algo similar, te sientes preso de tus propias angustias y deseos. Nadie desea estas cosas; sin embargo, ¿quién se atrevería a cambiar el «encarcelamiento» con Cristo por una vida «afuera» sin Él?   Él es el único que puede darnos libertad total en nuestras vidas.
Es la verdad contenida en Su Palabra la que nos hace libres. Eso es lo que quiere decir que la verdad os hará libres. No es confianza en uno mismo, sino confianza en Cristo. Dependiendo en Él, ¿qué hay que temer?
Aunque soy débil, Él es fuerte. No necesito temer. No necesito preocuparme. Su poder es eterno ¡y en Su fuerza yo soy libre! ¡Cree en Cristo y serás libre!  "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres". ¿Vendrás a Él? ¿Confiarás en Él? ¿Permitirás que Él te haga verdaderamente libre?
Estar bajo el control de Cristo es tener verdadera libertad
ORACION: Padre santo, ¡qué privilegio tan grande me das al poder pasar tiempo Contigo!  Anhelo ser libre Señor de mis propias prisiones; Permite que tu Santo Espíritu me enseñe lo más profundo de tu Santa Palabra, de tal manera que yo pueda someterme a Tu voluntad y dirección en todo momento. En el nombre de Jesús, Amén.

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