sábado, septiembre 01, 2007

TODO LO QUE TENGO ES DE DIOS Y NADA ES MIO


Todo lo que tengo es de Dios y nada es mio.
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Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

AVARICIA

MALAQUIAS 3:8-9
“¿ROBARA EL HOMBRE A DIOS? PUES VOSOTROS ME HABEIS ROBADO. Y DIJISTEIS: ¿EN QUE TE HEMOS ROBADO? EN VUESTROS DIEZMOS Y OFRENDAS”


Cuando una persona recibe a Cristo en el corazón toda su vida cambia. Ha nacido de nuevo y es un bebé espiritual que debe ser cuidado y alimentado. Ningún bebé se rebela contra la madre que quiere alimentarle o se niega a comer los alimentos. El, se rinde ante los brazos de su madre para que ella haga de él lo que sea más conveniente. Esto es una realidad en el cuidado de un recién nacido físico, pero a veces pareciera que no lo es tanto con los recién nacidos espirituales.

Muchos hijos de Dios parecieran que no entienden el asunto del diezmo. Ellos ven solamente el dinero que tienen que dar y no entienden el principio central. Dios necesita un pueblo obediente y que le ame a El por sobre todo. El, en su infinita gracia, ha decidido que para sostener el ministerio de la iglesia (como fue en la antigüedad, el sostenimiento de todo lo referido al templo de Dios y el ministerio sacerdotal), y cada persona que trabaje le devuelva a El el diez por ciento de sus entradas. Note que dije “devolver”.

Si soy un cristiano obediente, todo lo que tengo es de Dios y nada es mio. El sólo me lo da para que lo administre para su gloria. El diezmo es devolución a Dios. Yo doy mis ofrendas pero el diezmo le pertenece a Dios.

Esto es mucho más que un impuesto espiritual, es una acción espiritual que demuestra si tenemos un corazón dador o retenedor. Muchos cristianos viven una vida de avaricia y son retenedores de lo que Dios les ha dado primero. Aquel que recibe algo de Dios y no se lo devuelve a Dios con un corazón agradecido, esa bendición se le transforma en maldición.

Si tú eres un cristiano obediente, vas a dejar de poner excusas sobre si el diezmo es el del Antiguo Testamento o bajo la ley, y el fin de semana vas a darle a Dios lo que le corresponde. Dios te ha diseñado para ser un dador y no un ladrón. ¡Vive a la altura de la Palabra de Dios para ser una persona bendecida por Dios!
CONFESION DE FE:
SOY UN CRISTIANO DADOR PUES LE DOY AL SEÑOR LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS.
ORACION:
Quita de mi ese espíritu de avaricia que arrastro de mi vieja vida pecaminosa oh Dios. Dame la fuerza para decidir obedecerte y vivir bajo la bendición financiera que Tú has prometido a los que diezman con fidelidad. Por Cristo Jesús. Amén.

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