jueves, julio 21, 2005

DECIDE EMPEZAR A VER POR FE

Decide empezar a ver por fe.
Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RICARDO "RITCHIE" PUGLIESE

SEÑORIO
ISAIAS 6:1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

El pasaje de este día parece a simple vista un pasaje no relevante para nosotros hoy, pero que en realidad contiene una gran enseñanza para la vida cotidiana.
El profeta, en el tiempo en que había muerto el Rey Uzias, vió al Señor sentado en el trono reinando con Poder y Majestad.
Aquí aprendemos que existen dos maneras de ver la vida: Bajo la optica horizontal, natural o bajo la óptica vertical, la de Dios.
Si miramos bajo la optica la horizontal, es probable que veamos a nuestro alrededor: la muerte de nuestros sueños, de nuestras esperanzas por alcanzar lo que tanto habíamos anhelado, la muerte de una relación amorosa que pensábamos que estaba viva. En fin, pueden ser diferentes situaciones donde sólo podemos ver dolor, tragedia y una sensación de frutración interior.
La clave como cristianos es siempre prestarle más atención a la óptica vertical. Allí veremos siempre al Señor reinando con poder y autoridad, sobre todo lo malo que vemos aquí en la tierra.
¿Sabes una cosa? El tiempo me ha enseñado que no importa la “muerte” que veamos en nuestra presente circunstancia, sino Quien está en control de todo. El es el único Poderoso en cambiar nuestra “muerte” en vida abundante.
En este día no te dejes llevar por lo que tus ojos naturales ven, sino decide empezar a ver por fe, con tus ojos espirituales, al Señor que tiene control absoluto. Cuando veamos su señorío, nuestra fe crecerá y veremos en nuestras vidas la gloria de Dios.

CONFESION DE FE:
EN MEDIO DE LA MUERTE QUE ME RODEA, VEO CON LOS OJOS DE LA FE AL SEÑOR REINANDO CON PODER

ORACION:
Aunque mis tiempos sean de muerte tú señorío no cambia, oh Señor. Tú sigues y seguirás reinando sobre toda situación, y tienes todo el poder para cambiarla. Me aferro en este día a tí y me postro ante tu trono para alabarte y adorarte, porque contigo nunca está dicha la última palabra. ¡Tengo esperanzas porque Tú reinas sobre mi vida!

No hay comentarios.: