¿Defraudad@?
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¡QUÉ
EQUIVOCACIÓN LA NUESTRA!
ISAIAS 29:16 “Qué manera de falsear las cosas! ¿Acaso
el alfarero es igual al barro?”
Helen amaba su vida como persona soltera hasta que
llegaban los días de Acción de Gracias y Navidad. Cuando
comparaba su situación con las de otras personas a su
alrededor, se sentía defraudada. Igualmente le sucedía que, cuando leía acerca
de los trabajadores en la viña**, pensaba que eso no era justo, hasta que un
día leyó la historia con una perspectiva diferente. Luego su actitud cambio.
Entendió que esta parábola, como la vida, no trata de lo que es justo o
injusto; es acerca de la voluntad de DIOS y nuestra voluntad. Los que
trabajaron en la viña todo el día estuvieron de acuerdo con el salario
ofrecido; al hacer comparaciones, fue que se enojaron.
DIOS nos hizo únic@s. Cuando notamos nuestras diferencias
y nos quejamos de que no nos parecemos a éste/ésta o aquel/aquella, o no
tenemos lo que otros tienen, podemos obstruir la obra de DIOS. Descubramos que
somos más felices cuando nos concentramos en ser quiénes somos y hacer lo que
DIOS desea que hagamos, en lugar de compararnos con esa imagen que deseamos
proyectar, de acuerdo a nuestros criterios. Como el SEÑOR le dijo a Isaías: “¡Qué equivocación la
vuestra! ¿Es acaso el alfarero como el barro, para que lo que está hecho diga a
Su hacedor: ÉL no me hizo; o lo que está formado diga al que lo formó: El no
tiene entendimiento?”
Siendo el DIOS Todopoderoso nuestro Alfarero, dejemos que
ÉL nos ayude a encontrar el valor para seguirle a donde Nos dirija. Cuando
deliberadamente apartamos tiempo para DIOS y Su Palabra, sólo así ÉL puede
hacer Su obra de transformación en nuestras vidas.
Si sigo al SEÑOR, la senda que
camine será única y la apropiada para mi.
ORACIÓN: Padre Celestial, ayúdame a apartar un tiempo
todos los días para leer Tu Palabra y orar. Que Tu Espíritu Santo me ayude a
entenderla y comprenderla, de tal modo que te pueda amar cada vez más y hacer
Tu voluntad. En el nombre de Cristo, amén.
(**) Parábola de los trabajadores del viñedo:
Mateo 20:1-15
20 »El reino de los cielos es
semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar
obreros para su viña. 2 Y habiendo convenido con
los obreros en un denario al día, los envió a su viña.3 Saliendo cerca de la hora
tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados 4 y les dijo: “Id también
vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.” Y ellos fueron. 5 Salió otra vez cerca de las
horas sexta y novena, e hizo lo mismo. 6 Y saliendo cerca de la hora
undécima, halló a otros que estaban desocupados y les dijo: “¿Por qué estáis
aquí todo el día desocupados?” 7 Le dijeron: “Porque nadie
nos ha contratado.” Él les dijo: “Id también vosotros a la viña, y recibiréis
lo que sea justo.”
8 »Cuando llegó la noche, el
señor de la viña dijo a su mayordomo: “Llama a los obreros y págales el jornal,
comenzando desde los últimos hasta los primeros.” 9 Llegaron los que habían ido
cerca de la hora undécima y recibieron cada uno un denario. 10 Al llegar también los
primeros, pensaron que habían de recibir más, pero también ellos recibieron
cada uno un denario. 11 Y al recibirlo, murmuraban
contra el padre de familia, 12 diciendo: “Estos últimos
han trabajado una sola hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos
soportado la carga y el calor del día.” 13 Él, respondiendo, dijo a
uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No conviniste conmigo en
un denario? 14 Toma lo que es tuyo y vete;
pero quiero dar a este último lo mismo que a ti.15 ¿No me está permitido hacer
lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario