Jesucristo te libera…
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CUANDO NOS SINTAMOS IMPOTENTES
Ministerios en Contacto
En las películas de aventuras, a menudo vemos
personas atrapadas e impotentes, buscando frenéticamente una manera de escapar.
Podemos, a veces, sentir que la vida real es así, y cuando comenzamos a buscar
una salida, nuestras oraciones se llenan de ruegos de auxilio —por salud
física, por cambio de circunstancias, por ayuda para cubrir nuestras
necesidades, etc., etc.—.
¿Has pensado alguna vez que más importante que el
socorro físico es la liberación espiritual? "12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes". (Efesios 6:12).
Ante todo, Jesucristo te ha liberado del poder y
del castigo del pecado. Como Tu Salvador, ÉL conoce tu impotencia contínua
frente a hábitos pecaminosos, emociones descontroladas y malos pensamientos. ÉL
quiere liberarte de esos pecados. Por tanto, procura Su promesa de socorro
espiritual cada día, ya sea que una crisis física amenace o no tu vida.
Sigue el ejemplo del salmista, quien clamó a DIOS
por liberación. El Salmo 50:15 dice: “Invócame
en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”.
Comienza por reconocer delante de DIOS tu impotencia.
Confiesa
cualquier temor, incredulidad o autosuficiencia que puedas detectar en tu vida.
Renuncia a todos tus intentos por
cambiar, que dejen de lado al Padre Celestial. Vuelve a ÉL tu mirada.
Piensa
en tu relación con ÉL, en Quién es y en Lo que desea. Deja que el Espíritu
Santo llene tu espíritu con la verdad de la Palabra de DIOS. Escudríñala y medita
en élla.
Comprométete
a seguir la voluntad del Señor. Confía en ÉL, y espera el cambio que hará en tu
vida. Llegará el día cuando el sentimiento de impotencia se marchará al ser
reemplazado por el gozo de ser libre. Cuando esto suceda, dale la gloria a DIOS.
ORACIÓN:
Padre Celestial. Gracias por las bendiciones que me das diariamente. Gracias
por la vida, la salud, mi familia, el trabajo, mis amigos, etc., etc. Gracias
por las muestras de Tu amor. Señor, me acerco a Ti para que me ayudes a salir
de mis problemas (menciona aquí), los dejo en Tus pies, Señor. Ayúdame a
superarlos. Confío en Ti Señor. En el nombre de Cristo, amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario