NO HAGAS A OTRO LO QUE NO QUIERES QUE TE HAGAN

La Regla de Oro.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

NO HAGAS A OTRO LO QUE NO QUIERES QUE TE HAGAN

TITO 3:8  “Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo recalques, para que los que han creído en DIOS se empeñen en hacer buenas obras. Esto es excelente y provechoso para todos.”

La cortesía y el respeto son cualidades valiosas.  Es fácil ser descortés y ofensivo, especialmente con aquellos que no son parte de nuestro grupo favorito. 

Para el creyente, el tratar a cada individuo con respeto representa el reconocimiento que todos, sin excepción, hemos sido creados por DIOS.  Hemos sido maravillosamente formados a Su semejanza teniendo una identidad única.  Esto nos motiva a reconocer Su obra en la vida de cada individuo.

La historia de la manera respetuosa y bondadosa con que Booz trató a Ruth nos recuerda la forma tan generosa con que DIOS nos trata a cada uno de nosotros.

Booz trató a la joven doncella que recogía espigas en su campo, con dignidad y mucha consideración.  Le demostró gran favor.  Lo hizo inducido por lo que conocía de élla y lo que había observado.

Booz le pidió que no fuera a espigar a otro campo ya que no necesitaba ir a otra parte para sostenerse.  Le pidió a todos sus criados que fuesen tiernos y respetuosos con élla. 

Recordemos bien que Rut era una extraña en este grupo. Su idioma, su forma de vestir y apariencia eran muy diferente a la de éllos.  Booz les pidió sus criados que se cuidaran de no molestarla o abusar de élla. Invitó a Rut a que disfrutara de los mismos beneficios que sus otros siervos disfrutaban.

¡Cuánto podemos aprender de Booz en nuestros días! Su ejemplo es tan relevante para nuestros tiempos, pues es muy fácil llenarnos de prejuicios y actuar con favoritismos.

Algunas veces nos es difícil tratar con la mayor consideración y respeto a aquellos que no hablan, visten o piensan como nosotros. Sólo DIOS puede ayudarnos a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, de corazón y no de labios solamente.

ORACIÓN:  SEÑOR, Ayúdame a tratar el prójimo con respeto y dignidad. Quita de mi vida cualquier prejuicio que impida reflejar Tu verdad. En el nombre de Cristo Jesús, amen.