La paz de Dios...
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NO ESTARÉ ANSIOSO
RENUEVO DE PLENITUD
FILIPENSES 4:6-7 "6 Por nada estéis
angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios,
que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús."
El
apartar tiempo para orar cada día realmente ayuda a desarrollar constancia. Las
complicaciones de la vida te robarán tus oportunidades de orar, así que es una
buena idea hacer que tu día comience con la oración antes de que suceda lo
inevitable.
Aunque
ciertamente es bueno orar en la noche, justo antes de dormir, hay bastantes probabilidades
de que te quedes dormido antes de orar. El espíritu está dispuesto, pero la
carne no siempre está en condiciones de tener estas conversaciones con DIOS. Te
sentirás más satisfecho con la oración si eliges ciertas horas (o posiciones
físicas) en las que tu cuerpo coopere un poquito más.
Ora
todo el tiempo ofreciendo pequeñas oraciones de gracias, rápidos enunciados
“Ve-delante-de-mí” y otros reconocimientos breves que Le expresen que no
quieres pasar por ésto que le llaman vida por tu cuenta. Recuerda lo contento
que Jesús se pone cuando usas el acceso que ÉL te concedió para llegar a ÉL.
Puedes tener la seguridad de que DIOS te quiere ahí con ÉL, y de que espera con
emoción tus horas de oración más de lo que esperas tú.
Un
diálogo continuo con el Señor a lo largo de tus días es bastante precioso para
ÉL. Uno de los indicativos de una magnífica relación entre una hija y su madre
es que pueden tener conversaciones espontáneas, así como apartar una hora
específica para conversar. DIOS disfruta ese tipo de relación con nosotros. No
todas las oraciones deben ser mediante una cita. Eso hace que la relación sea
demasiado forzada y artificial.
Aunque
hay varios tipos de oración mencionados en la
Biblia, cada una de éllas es, simple y esencialmente,
una conversación con el Señor. Por ejemplo, 1a Timoteo 2:1 utiliza
palabras diferentes para describir formas en las que te encontrarás acercándote
al Señor en el nombre de Jesús. Veámoslas:
Rogativas(súplicas)– Peticiones respecto a necesidades específicas,
especialmente cuando estás extremadamente seguro de tu incapacidad para pensar
en una solución. Estás deprimido por tus carencias (sabiduría, dinero, otra
oportunidad, paciencia o fortaleza), pero más que sentirte humillado por tu
necesidad, eliges pedirle humildemente a DIOS que intervenga.
Oraciones —Es una conversación con DIOS seria y, tal vez,
más prolongada para buscar Su voluntad y pedirle consejo para tu vida en
general. Te presentas ante el Señor, con toda tu atención enfocada en ÉL, justo
como hablarías abierta y profundamente con un consejero de confianza o con tu
mejor amigo. Le pides que te diga cualquier cosa porque tu deseo principal es
que, de manera fresca, te oriente hacia la dirección que ÉL prefiera.
Peticiones (intercesión)– Una serie de preguntas dirigidas al
Señor muy parecida a una entrevista con una persona de respeto y autoridad. Le
haces preguntas tocante cualquier cosa que te interese y hablas con ÉL acerca
de tu vida, matrimonio, futuro ó ministerio. Tienes la oportunidad de comparar
opiniones con ÉL acerca de asuntos importantes y serios a los que te enfrentas,
y cuando terminas de dialogar, queda muy poca duda de Su opinión de cada
asunto.
Acciones de Gracias (dar las gracias)– Expresiones enérgicas de gratitud y
adoración, diciéndole al Señor cuánto lo aprecias por quién es ÉL y por lo que
ha hecho en tu vida. Las gracias pueden ser profundamente conmovedoras, como un
esposo agradeciéndole a su esposa por diecisiete años de un buen matrimonio o
simplemente como agradecerle a un amigo por llevarte de la escuela a la casa.
Es una forma de compartir con ÉL tu completa alegría, justo como cuando un hijo
de diecisiete años grita deleitado por un regalo de Navidad. El grito con
deleite deleita el corazón de un padre.
Todo
éso me hace creer que no tengo porque hoy estar ansioso, cuando puedo acudir en
oración al Padre.
ORACIÓN: Padre Amado, qué bueno es saber que hoy no tengo que llevar la
pesada carga de la ansiedad. Me has dado la oportunidad de hablar Contigo con
paz y tranquilidad a través de la oración. En el nombre de Cristo. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
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