¡DIOS te bendiga!
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿CÓMO TU TAREA PUEDE SER EXITOSA?
SALMOS 23:5 “Dispones
ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi
cabeza; has llenado mi copa a rebosar.
Los reyes de la antigüedad acostumbraban a realizar un
banquete después de haber obtenido la victoria en una batalla. En dicho
banquete el rey enemigo, ahora vencido, era colocado a los pies de la mesa
donde comía el vencedor como un acto de humillación hacia el perdedor y en
consecuencia como un gesto de exaltación del ganador.
La unción del invitado principal con aceite perfumado era
otra manera de rendir honor a él, y el consumo de vino, para alegrar más a los
invitados a la celebración, nos hablan de la alegría y la satisfacción por
haber podido llevar a cabo la tarea con éxito.
El rey David en esta porción del conocido Salmo 23 nos está
diciendo que el fundamento de su éxito es el poder de DIOS, que sólo a ÉL le
debe el privilegio de estar festejando el triunfo sobre sus enemigos.
Y tú, ¿has tenido éxito recientemente en las tareas que has
emprendido?
En caso positivo, ¿has reconocido que todo lo que lograste
fue por el auxilio de DIOS? y en caso negativo, ¿será que no estás dependiendo
de DIOS sino de tus propias fuerzas y habilidades?
La palabra de DIOS dice que encomiendes tus obras a DIOS y
que ÉL hará, es decir, que ÉL se encargará de que todo sea llevado a feliz
término.
Si dependes de tus propias fuerzas pasarán dos cosas. En
primer lugar fallarás y en segundo lugar desfallecerás pues tus fuerzas son
limitadas, especialmente cuando te enfrentas a las adversidades y a tus
formidables enemigos.
En caso contrario, si dependes de DIOS también pasarán dos
cosas:
(a) una es que obtendrás la victoria derrotando el temor y
contundentemente a tus adversarios, y
(b) la otra es que no habrás tenido que usar tus propias
energías porque DIOS se encargó de todo y de la mejor manera posible.
¿Cuál de estas dos opciones prefieres?
¡Sólo a DIOS sea la gloria!
ORACIÓN: Bendito DIOS, ya no tengo más
fuerzas para luchar esta batalla, pero tu Palabra me dice que, cuando parezca
que toda esperanza se ha perdido y que no hay solución posible, Tú eres
poderoso para cambiar las circunstancias y traer la tan ansiada victoria y paz.
Por favor, entra en mi vida y toma Tú el control de mi situación. En el nombre
de Jesús, Amén.
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