viernes, agosto 12, 2005

LA VERDADERA ADORACION

La verdadera adoración
Te deseo un buen fin de semana lleno de bendiciones,
Enio

Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
IDOLOS
EXODO 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

Cuando se habla sobre la idolatría a la mayoría de nosotros nos viene un cuadro mental de una tribu de indios salvajes adorando una imagen, dando vueltas alrededor de ella cantando y danzando. Generalmente asociamos a la idolatría como la adoración a una estatua o efigie labrada por los hombres. Por cierto esa es una forma externa de idolatría condenada por Dios, pero existe la idolatría interna o interior dentro del ser humano.
La idolatría es una deformidad de la verdadera adoración a Dios. La Biblia nos enseña que el ser humano está compuesto por espíritu, alma y cuerpo. El espíritu sirve para comunicarse con Dios, que es Espíritu.
Cuando alguien ignora esta verdad, ese sentir interior de adorar lo lleva a buscar otras formas de adoración. Puede ser una estatua o tambiÉn aquellas cosas de la vida cotidiana que nos controlan y tienen influencia sobre nosotros. Eso se transforma en idolatría que desagrada completamente al Señor.
Quizás tú no seas un adorador de imágenes pero te has transformado en un adorador del dinero, las posesiones, la búsqueda de la fama, etc. También puede ser un deporte, un ser querido, o algún vicio.
La idolatría se origina en nuestras vidas cuando nos olvidamos de adorar primero y principal: al Señor Dios Todopoderoso de la creación.
Nunca lo olvides: lo que adoremos se va a transformar en nuestro Señor.
¿Eres tú un adorador o un idólatra?


CONFESION DE FE:
POR EL PODER DEL ESPIRITU SANTO SOY UN VERDADERO ADORADORb DEL SEÑOR

ORACION:
Guárdame de toda forma de idolatría, oh Señor. Crea en mí un corazón limpio y haz de mi un verdadero adorador de Tu persona, pues solo Tú eres digno de la única adoración. ¡Te amo Jesús! En Tu nombre. Amén.

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