Como la verdad nos hace libres
Juan 8: 31-36
Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: —Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Ellos le contestaron: —Nosotros somos descendientes de Abraham, y nunca hemos sido esclavos de nadie; ¿cómo dices tú que seremos libres?
Jesús les dijo: —Les aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado. Un esclavo no pertenece para siempre a la familia; pero un hijo sí pertenece para siempre a la familia. Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres.
De acuerdo al pensamiento del hombre, la libertad significa poder actuar sin tener que darle cuentas a nadie de nuestras acciones. De acuerdo al punto de vista de Dios esta descripción significa rebeldía, un rechazo a someterse a las autoridades, y a querer hacer lo que le place (Jueces 21:25 En aquella época aún no había rey en Israel, y cada cual hacía lo que le daba la gana.). La verdadera libertad, es ser libres de la esclavitud del pecado y eso se encuentra sólo a través de Jesucristo (Romanos 6:16-17 Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia. Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran esclavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la forma de enseñanza que han recibido).
El primer paso a la libertad es reconocer lo que nos tiene prisioneros. Las personas que no han recibido a Cristo son esclavos incredulidad. No pueden creer en Dios o confiar en las promesas de las Escrituras . El pecado los ha cegado a ver la necesidad de tener un Salvador.
Aun los cristianos pueden encontrarse con algunas astutas clases de esclavitud. Sentirse inferiores es una de ellas y afecta la forma como respondemos a los demás. La inseguridad puede alterar como respondemos a los desafíos de la vida y desvirtuar nuestra habilidad de pensar y actuar; también afectará la habilidad de confiar y obedecer a Dios. Sentir que no valemos nada y sentirnos rechazados, impide nuestro testimonio cristiano.
Dios quiere que seamos libres. Las Escrituras nos dicen que somos liberados cuando conocemos nuestra posición en Cristo. El camino que nos lleva a descubrir esta verdad se encuentra solamente en la Palabra viva de Dios (Juan 8:31-32 Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: - Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos, conocerán la verdad , y la verdad los hará libres.) Meditar en el capítulo 8 de Juan es un buen lugar para comenzar el rumbo hacia la libertad ¡Su verdad los hará libres!
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