sábado, diciembre 09, 2017

LA GRACIA VERDADERA

La gracia de DIOS significa que ya soy suficientemente buen@.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA GRACIA VERDADERA
El Aposento Alto
**Leer EFESIOS 1:3-7
EFESIOS 1:7 “En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia,”
A medida que se aproxima la Navidad, me encuentro de nuevo luchando con la gracia. Durante años intenté comprender el verdadero concepto de la gracia. Me gusta cómo suena, deseo aceptarla, pero lucho por entender cabalmente lo que significa.
La gracia indica que no es necesario solo vivir con una serie de normas sino también el amor y el perdón de nuestro Señor Jesucristo. La sangre de Cristo fue derramada por nosotros y cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor, es como si jamás hubiésemos pecado. Parece demasiado bueno para ser verdad.
Cuando recién me convertí, esperaba lograr un nivel de perfección para cuando llegara a la edad que tengo hoy mismo. En lugar de ésto, siento que se acentúa mi debilidad y que estoy más necesitada del perdón de DIOS que nunca. A veces me pregunto si no comprendí bien lo que espera DIOS de mí como cristiana. DIOS no espera que sea perfecta. Sólo desea que reciba todo Su amor y descanse en ÉL.
Finalmente estoy haciendo la paz con mis ineptitudes. Sé que ninguno de nosotros da la talla en cada situación. Vale recordar que pertenecemos a Aquél que sí lo logra.
Ésta es la gracia verdadera que nació en la Navidad.
OREMOS: Gracias por enviar a Tu Hijo para cargar con nuestros pecados, DIOS de sempiterna gracia, y por liberarnos para llevar una vida abundante Contigo. En el nombre de Cristo. Amén.
Sra. Belle Todd (Texas, EE.UU,)
**Leer EFESIOS 1:3-8

Alabado sea DIOS, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. DIOS nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que DIOS nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. 

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