sábado, septiembre 30, 2017

LAS PALABRAS DE SIMÓN PEDRO

Nuestra obediencia a DIOS nos guiará por lo desconocido y nos acercará a ÉL.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LAS PALABRAS DE SIMÓN PEDRO
Nuestro Pan Diario
**Leer: Lucas 5:1-11
LUCAS 5:5 “… Simón, le dijo: […] en tu palabra echaré la red.”
Refuge Rabindranath ha trabajado con jóvenes en Sri Lanka por más de diez años. A menudo, interactúa con éllos por la noche: juega con éllos, los escucha y aconseja, y les enseña. Le encanta trabajar con jóvenes, pero éso puede volverse descorazonador cuando estudiantes prometedores se alejan de la fe. A veces, se siente un poco como Simón Pedro en Lucas 5.
Simón, después de trabajar duro toda la noche y no pescar nada (v. 5), estaba desanimado y cansado. Sin embargo, cuando JESÚS le dijo: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar» (v. 4), Simón respondió: «en tu palabra echaré la red» (v. 5).
La obediencia de Simón es extraordinaria. Como pescador experimentado, sabía que los peces iban hacia el fondo del lago cuando había sol, y que las redes que usaban no llegarían tan abajo. Su disposición a confiar en el SEÑOR fue recompensada. No solo atrapó muchos peces, sino que también pudo entender mejor Quién es JESÚS: de llamarlo «Maestro» (v. 5), pasó a llamarlo «SEÑOR» (v. 8).
Quizá DIOS te está llamando a volver a echar tus redes.
Que puedas, como Simón, responderle:
«Porque tú lo dices, lo haré».
OREMOS: Padre, ¡qué privilegio llamarte «SEÑOR»! Ayúdame a obedecerte y confiar en Tí hoy, y a aprender mejor qué significa andar cerca de Tí. En el nombre de Cristo, amén.
**Leer: Lucas 5:1-11 (RVR1995)

La pesca milagrosa

Aconteció que estando JESÚS junto al Lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; los pescadores habían descendido de ellas y lavaban sus redes. Entró en una de aquellas barcas, la cual era de Simón y le rogó que la apartara de tierra un poco. Luego, sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: —Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
Respondiendo Simón, le dijo: —Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red.
Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que acudieran a ayudarlos. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante JESÚS, diciendo: —Apártate de mí, SEÑOR, porque soy hombre pecador.
Por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero JESÚS dijo a Simón: —No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
11 Trajeron a tierra las barcas y, dejándolo todo, lo siguieron.



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