sábado, marzo 26, 2016

LA CLAVE PARA EL SERVICIO


Servicio y humildad.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA CLAVE PARA EL SERVICIO
Charles Stanley
JUAN 13:3-8 “Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de DIOS había salido y a DIOS volvía, se levantó de la cena y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. Entonces llegó a Simón Pedro. Este le dijo: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies? Jesús respondió, y le dijo: Ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después. Pedro le contestó: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo”.
Algunos cristianos aún no han entendido que el verdadero servicio es más que asistir a la iglesia; implica dedicar nuestras vidas al servicio de los demás. Jesús demostró esto cuando lavó los pies de los discípulos en el Aposento Alto durante la Última Cena.
El ejemplo del Señor nos enseña que la clave es la humildad. A menos que estemos dispuestos a inclinarnos y a ensuciarnos las manos para servir a los demás, no habremos entendido cuál es la clave del servicio. Además, un siervo verdadero:
& No espere a que le pidan ayuda. Nadie le pidió a Jesús que fuera y lavara los pies de los discípulos. Así como ÉL vio e hizo lo que era necesario, un siervo verdadero está alerta para identificar la necesidad y luego servir como voluntario para atenderla. Lo hará calladamente sin buscar ningún reconocimiento o recompensa. Está satisfecho y muy gozoso por el simple hecho de ayudar.
 

& Debe aprender a recibir y también a dar. Ésto es, por lo general, muy difícil para un siervo. Jesús dijo a Sus discípulos que si no le permitían que les lavara los pies, no tendrían parte con ÉL. Pedro se había negado rotundamente porque era demasiado orgulloso para recibir tal atención. No debemos estar tan atados a los convencionalismos o al orgullo, que digamos no a alguien que, por amor, desee “lavar nuestros pies”.
 

& Como seguidores de Jesús, debemos verlo a ÉL como nuestro ejemplo de siervo. Si DIOS mismo tomó “la naturaleza de siervo”, Filipenses 2:6,7: " Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres", para hacer una tarea tan humilde para Sus discípulos, ¿qué excusa podemos presentar nosotros para no servir a los demás?
ORACIÓN: Padre Celestial, enséñame a ser una persona humilde y de servicio, te lo pido en el nombre de Cristo, amén.

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