sábado, agosto 30, 2014

¿PUEDO DORMIR EN PAZ?

COMPRUÉBALO…
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
¿PUEDO DORMIR EN PAZ?
SALMOS 4:89 “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me harás estar confiado”.  
Cuando realmente hemos puesto toda nuestra confianza en DIOS y hemos aceptado vivir como ÉL lo espera de nosotros, recibimos la recompensa inmediata de disfrutar de un sueño apacible. Ésto es algo que no se debe despreciar pues según estudios realizados en el año 2002 por la Fundación Nacional del Sueño, 58% de los adultos de los Estados Unidos han experimentado síntomas de insomnio unas pocas veces a la semana o más. Entre las causas o factores que más inciden en el problema para conseguir y mantener el sueño están la depresión y el estrés.
Cuando dependemos de DIOS y entendemos que todas nuestras ansiedades pueden ser llevadas ante Su trono de gracia para que ÉL se encargue de éllas, la presión y la incertidumbre disminuyen permitiéndonos disfrutar de un dulce sueño. Pero vivimos vidas agitadas y usualmente nos apoyamos en nuestras propias fuerzas que en realidad son más bien debilidades. El resultado de todo ésto es un sueño de mala calidad.
Con la tranquilidad que nos produce saber que tenemos Alguien que nunca nos defraudará y en Quien se puede confiar todo el tiempo y bajo toda circunstancia, se reduce el nivel de ansiedad que normalmente nos mantiene agitad@s e inquiet@s. Si tienes problemas con el sueño recuerda que debemos depositar toda nuestra ansiedad en Jesucristo porque ÉL cuida de nosotros. Nadie puede darnos la paz que sólo ÉL puede dar, la paz que el mundo no conoce ni podrá conocer hasta que se coloque bajo la cobertura de DIOS.
¿Has tenido problemas para conciliar o mantener el sueño? Apóyate en las promesa del Señor Jesús y pronto estarás durmiendo como un lirón, o como dicen ahora, como una morsa. “En paz me acostaré”, expresa el salmista. Teniendo paz con DIOS estamos en condiciones de tener paz con nosotros mismos y también con las personas con las que nos relacionamos.  
¿De dónde viene la seguridad? De las promesas divinas. DIOS promete que nunca nos abandonará, aún en las circunstancias más difíciles por las cuales tengamos que pasar. Nuestra confianza en DIOS nos hará sentirnos segur@s en ÉL.  
ORACIÓN: Gracias Señor por ser fiel a Tus promesas. Cuando llegue la hora de dormir, y me sienta perturbad@ por cualquier sentimiento de intranquilidad, ayúdame a recordar y a declarar como el salmista: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me harás estar confiado”.  En el nombre de Cristo Jesús te lo pido. Amen.


No hay comentarios.: