lunes, abril 07, 2014

¿HAY ALGUIEN INSIGNIFICANTE?

SALMOS 8 3 4 HAY ALGUIEN INSIGNIFICANTE
DIOS está contigo…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿HAY ALGUIEN INSIGNIFICANTE?
SALMOS 8:3-4 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que Tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de el memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?”
Para nuestra limitada inteligencia, la inmensidad del universo es imposible de captar. Entre los millones de galaxias del cosmos, flota una nubecilla en forma de espiral compuesta por miles de millones de estrellas. Una de éllas es nuestro sol, alrededor del cual giran nueve pequeños puntos llamados planetas; el tercero es la Tierra. Sobre este diminuto planeta se encuentra una minúscula partícula de polvo: ése eres tú, un pequeño punto. Existen además miles de millones de puntitos parecidos, todos seres humanos como tú. Normalmente cada uno de esos puntitos se siente muy importante y exige su derecho a vivir, a trabajar, a descansar y a ser reconocido. Sin embargo, en ocasiones está consciente de su insignificancia, entiende que está perdido en la infinita extensión del universo, se siente incapaz en su lugar de trabajo o como un paciente más en el hospital.
Cuando David escribió el pasaje de hoy estaba consciente de su pequeñez. Pero al mismo tiempo sabía que el gran DIOS que creó el universo lo conocía personalmente y se preocupaba por él. David no se sentía abandonado porque el Señor todopoderoso era su DIOS; y cualquier ser humano que confía en DIOS también puede decir como declaró el mismo David en el Salmo 62:1, 6: “En DIOS solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación… Él solamente es mi roca y mi salvación, es mi refugio, no resbalaré.” Así de confiado estaba David en el cuidado y la protección de su DIOS.
Ciertamente ese DIOS maravilloso nos conoce íntimamente a cada uno de nosotros y nos ama profundamente. A pesar de lo insignificante que somos, para ÉL tenemos mucho valor. Jesús les dio ánimo a sus discípulos diciéndoles: “¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de DIOS. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.” (Lucas 12:7).
Es realmente maravilloso saber que un DIOS tan grande, tan majestuoso, tan poderoso nos ama tanto que nos considera de tanto valor. Ciertamente es nuestro deber, como sus hijos, proclamar al mundo su grandeza y su infinito amor. Su propia creación nos da la pauta a seguir. El Salmo 19 declara: “Los cielos cuentan la gloria de DIOS, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.” En China o en España; en una choza en África o en medio de los rascacielos en Nueva York, la creación de DIOS revela su poder y su gloria. Nadie la puede ignorar.
Ciertamente somos insignificantes cuando nos comparamos con la inmensidad del universo, pero desde la perspectiva de DIOS tenemos mucho valor. Y ésto es lo que verdaderamente importa. Tanto valor que ÉL nos ha confiado la encomienda de transmitir el mensaje de Su amor, las buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús a aquellos que ahora mismo en este mundo se enfrentan a un futuro de condenación eterna.
¿Estás listo para hablarle a alguien que ha visto las estrellas y anhela conocer al que las hizo? ¿Puedes tú decirle que el Creador de todas éllas y del universo completo le ama tanto que entregó a su único Hijo por la salvación de su alma? DIOS está contando contigo.
ORACIÓN: Padre Santo, por más que trato, no alcanzo a comprender la inmensidad del universo, mucho menos Tu infinita grandeza. Te ruego me capacites para discernir lo que Tú quieres decirnos por medio de Tu creación, y ayúdame a transmitirlo al mundo que no te conoce. En el nombre de Jesús, Amén.


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