jueves, septiembre 01, 2011

UNA MIRADA DE FE

Una mirada de fe...
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria
SEÑORIO
por RITCHIE PUGLIESE

ISAIAS 6:1  “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.”
El pasaje de este día parece a simple vista un pasaje que no es relevante para nosotros, pero que en realidad contiene una gran enseñanza para la vida diaria.
El profeta, en el tiempo en que había muerto el Rey Uzias, vio al Señor sentado en el trono reinando con poder y majestad.  Aquí aprendemos que existen dos maneras de ver la vida: Bajo la óptica horizontal, la natural o bajo la óptica vertical, la de Dios.
Si miramos la horizontal, es probable que veamos a nuestro alrededor la muerte, pero la muerte de nuestros sueños, la muerte de nuestras esperanzas por alcanzar lo que tanto habíamos anhelado, la muerte de una relación amorosa que pensábamos que estaba viva.  En fin, pueden ser diferentes situaciones donde sólo podemos ver dolor, tragedia, desgracia y una sensación de frustración interior.
La clave como cristianos es siempre prestarle más atención a la óptica vertical.  Allí veremos siempre al Señor reinando con poder y autoridad, sobre todo lo malo que vemos aquí en la tierra.
¿Sabes una cosa?  El tiempo me ha enseñado que no importa la “muerte” que veamos en nuestra circunstancia presente, sino que veamos Quién está en control de todo.  El es el único Poderoso que puede cambiar nuestra “muerte” en vida abundante.
En este día, no te dejes llevar por lo que tus ojos naturales ven, sino decide empezar a ver por fe, con tus ojos espirituales, al Señor que tiene control absoluto de todo.  Cuando veamos su señorío, nuestra fe crecerá y veremos y sentiremos en nuestras vidas las muestras de su amor, veremos y sentiremos la gloria de Dios.
CONFESION DE FE: EN MEDIO DE LA MUERTE QUE ME RODEA, VEO CON
LOS OJOS DE LA FE AL SEÑOR REINANDO CON PODER
ORACION:Padre, aunque estos tiempos sean de muerte Tu señorío no cambia, oh Señor.  Tú sigues y seguirás reinando sobre toda situación, y tienes todo el poder para cambiarla.  Me aferro en este día a Tí y me arrodillo ante tu trono para alabarte y adorarte, porque Contigo nunca está dicha la última palabra.  ¡Tengo esperanzas porque Tú reinas sobre mi vida!  Por Cristo Jesús, amén.

No hay comentarios.: