Navidad: Es Jesucristo, DIOS
revelado en carne.
Comparte esta
meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
MISTERIO DE
NAVIDAD
1a TIMOTEO 3:16 “E indiscutiblemente,
grande es el misterio de la piedad: DIOS fue manifestado en carne, Justificado
en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el
mundo, Recibido arriba en gloria”.
El
cuento de Charles Dickens, Canción de Navidad, empieza con un misterio que
rodea a Ebenezer Scrooge. ¿Por qué es tan malo este hombre? ¿Cómo se volvió tan
egoísta? Luego, a medida que los fantasmas de la Navidad lo hacen recorrer la
historia de su vida, las cosas se van aclarando. Vemos qué lo convirtió de un
joven feliz en un tacaño miserable, y lo llevó al aislamiento y la angustia.
Mientras se resuelve el misterio, también vislumbramos el sendero hacia la
restauración. El interés por los demás saca a Scrooge de la oscuridad que lo
envolvía, para rodearlo de un gozo desconocido.
Un
misterio mucho más importante y difícil de explicar es el que Pablo menciona en
1a Timoteo 3:16: «E indiscutiblemente,
grande es el misterio de la piedad: DIOS fue manifestado en carne, justificado
en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el
mundo, recibido arriba en gloria». ¡Extraordinario! DIOS «fue manifestado en carne». El misterio de la Navidad es que DIOS pudo
convertirse en hombre sin dejar de ser plenamente DIOS. Esto desafía toda explicación humana; pero,
en la sabiduría perfecta de DIOS, fue el plan de los siglos.
«¿Qué Niño es este?». Es Jesucristo, DIOS
revelado en carne.
Este es el Cristo, el
Rey […]. Venid, venid a ÉL, al hijo de María.
ORACIÓN: Señor fuerte y poderoso.
En esta Navidad impáctanos, sacúdenos,
estremece nuestro corazón,
con la realidad de la encarnación de tu Hijo.
Gracias Jesús volverte pequeño y frágil aquel
día hace tantos años.
Me asombra lo que hiciste por mí y por el
resto del mundo.
En el nombre de Cristo, amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario