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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¡TEN CUIDADO! HOY PUEDE SER TU ÚLTIMA OPORTUNIDAD
PROVERBIOS 25:11 “Manzana de oro con figuras de plata es la
palabra dicha como conviene”
Todos
los días se nos presenta la oportunidad de ser un aporte positivo para la vida
de alguien. Cada vez que abrimos nuestra boca para hablar, emitimos palabras
que causan efectos en la vida de aquellos que las escuchan. Nuestras palabras,
sin duda alguna, son tan poderosas que pueden causar una herida incurable, una
reacción negativa (o positiva) en la vida de alguien.
El
reconocimiento de que nuestras palabras pueden causar este tipo de efectos
debería conducirnos a reconocer que debemos ser sumamente cuidadosos con éllas
y usarlas con la mayor prudencia posible. En cada palabra que enunciamos
tenemos el potencial de fortalecer y servir, pero también el de destruir y
matar.
En
fracción de segundos, y con poco esfuerzo, tenemos la oportunidad de alegrarle
el día a alguien, aliviar su carga, y probablemente acercarlo a DIOS. Pero
nuestras palabras también podrían destruir a uno de aquellos por quienes Cristo
murió. Esta
es una advertencia que no debemos ignorar. Por eso la Palabra de DIOS afirma: «Mas yo os digo que
de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día
del juicio» (Mateo 12:36).
Aunque
las palabras mal usadas que provienen de nuestra boca son perdonadas por
nuestro Salvador, son un reflejo de lo que hay dentro de nuestro corazón. Si
hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador, nuestro corazón estará
siempre rebosando de amor, y cada una de nuestras palabras será filtrada con el
deseo de honrar y glorificar a DIOS a través de cada sílaba proferida.
Sería
terrible que algún día nos proyectaran una película mostrando los daños que
nuestras palabras han causado a los demás. Muchas veces no meditamos en el
hecho que el hombre, la mujer, la persona, que habla palabras ofensivas, falsas,
groseras, desconsideradas, es como el que enloquece, y echa llamas, saetas y
muerte. Las palabras sarcásticas y burlonas son como saetas de muerte que
siegan la vida o, por lo menos, marchitan la existencia de nuestro prójimo.
Las
palabras que elijamos usar hoy construirán o destruirán nuestras relaciones con
nuestros seres amados y con nuestro prójimo. El don del habla es un enorme
poder para el bien. Glorifiquemos a nuestro Padre Celestial usando hoy palabras
de ánimo, palabras que verdaderamente sean un aporte positivo para la vida de
otras personas.
Que
tu ORACIÓN sea hoy: «Padre, ayúdame a traer luz a la vida de
alguien que lo necesita. Por Cristo
Jesús, amén.».
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