No paguéis a nadie mal por mal.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
MÍA NO ES LA VENGANZA
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ROMANOS 12:17-20 "17 No
paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si
es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No
os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios,
porque escrito está: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.» 20 Así
que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber,
pues haciendo esto, harás que le arda la cara de vergüenza."
Cuando vivíamos en el sur de California, mi hijo
adolescente estaba montando su bicicleta cuando fue obligado a salirse del
camino por un automóvil lleno de lo que él imaginó eran miembros de una
pandilla. Afortunadamente no sufrió daño alguno. Pero cuando llegó a casa y me
contó de su encuentro cercano con la violencia, me enfurecí de inmediato. A
pesar del esfuerzo de mi esposa por apaciguarme, tomé un bate de béisbol, le
dije a Greg que sentara en el asiento del pasajero de nuestro auto (para que
pudiera identificar el vehículo de los matones), y yo de un brinco me metí en
el asiento del conductor y salí a toda velocidad para llevar a cabo mi venganza
personalmente. Un hombre de 50 años con
un bate salía para darle un porrazo a cuatro «miembros de una pandilla» armados
con sabe DIOS qué. ¡Qué insensatez! Gracias a DIOS, ÉL evitó que encontráramos
a los infractores. Los recuerdos de este incidente me ayudan a identificarme
con la ira de David registrada en 1a Samuel 25.
Es sumamente fácil para nosotros molestarnos ante la
injusticia, o incluso ante lo que percibimos como injusticia. Pero DIOS no
quiere que tomemos el asunto de la retribución en nuestras manos. Pablo lo
confirmó: Queridos hermanos, no
busquen la venganza, sino dejen que DIOS se encargue de castigar a los
malvados. Pues en la Biblia DIOS dice: «A mí me toca
vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido.» Y también dice: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed,
dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.» (Romanos
12:20)
Aquí es donde nuestra fe se encuentra con una prueba
de gran envergadura. ¿Estamos dispuestos y somos lo suficientemente pacientes
como para permitir que la justicia pura de DIOS tenga prioridad sobre nuestro
propio juicio apresurado y cargado de emociones? De hecho, ¿estamos dispuestos,
no sólo a evitar tomar venganza, sino también a buscar maneras de ser amables
con los que nos hacen daño? Ésa es una
orden elevada. Pero es una orden de DIOS. Cuando David finalmente permitió que
el buen sentido controlara sus pensamientos hizo lo correcto. Y DIOS se hizo
cargo de la injusticia a Su tiempo y manera. Tenemos que creer que ÉL también
lo hará por nosotros.
ORACIÓN: Señor mi DIOS. Qué
difícil me es calmar mi ira e indignación ante una injusticia que sufro en
carne propia, o lo sufre un ser de mis seres queridos. Pero Tú me pides que
deje todo en Tus manos, que Tú vas a hacer justicia de acuerdo a Tú voluntad .
Ayúdame Señor para que así sea. Te lo pido en nombre de nuestro Señor
Jesucristo, amén.
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