Haz todo lo posible...
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
por RICARDO M. PUGLIESE
APROBADO
2ª TIMOTEO 2:15 “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (Reina y Valera)
"Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad." (DIOS HABLA HOY)
Luego de rendir un examen difícil no hay palabra más bella para escuchar del profesor, que - ¡estás aprobado! -. Necesitamos siempre ser primero probados para luego ser aprobados o reprobados. La escuela de la vida nos toma exámenes cada día, y para ser sinceros muchas veces los desaprobamos.
En la escuela espiritual sucede exactamente lo mismo: Rendimos diariamente diversos exámenes. Nuestro Dios es el Gran Maestro y quiere que nosotros aprendamos y aprobemos lecciones de vida para ser mejores cristianos. Para ser aprobados en cualquier examen terrenal tenemos que invertir tiempo y esfuerzo estudiando hasta el cansancio. Cuando más estudiemos y repasemos, más eficientes seremos en el momento del examen. Si uno va a un examen sin haber estudiado, ya se sabe de antemano cuál será el resultado final.
Como cristianos somos desafiados a presentarnos ante Dios aprobados, por eso el consejo del pasaje de hoy dice que debemos ser diligentes y no negligentes. La persona diligente es la que se alista y prepara de antemano, la que invierte tiempo y todo lo que tiene en pos de alcanzar lo que pretende.
¿Eres un obrero del Señor aprobado o desaprobado? ¿Tienes algo de qué avergonzarte cuando eres probado por Dios?. Procuremos con todo nuestro ser dejar la mediocridad espiritual, y vayamos hacia delante aprobando todos los exámenes que nuestro Dios pone en el camino para que su Nombre sea glorificado y nosotros experimentemos su bendición.
CONFESION DE FE:
PROCURO DILIGENTEMENTE PRESENTARME ANTE EL SEÑOR COMO UN HIJO APROBADO EN TODO
ORACION:
Te confieso que he sido negligente en mi vida espiritual, oh Señor. Dame en este momento la fuerza de tu Espíritu Santo, para que con diligencia viva la vida cristiana y pueda resultar aprobado por Ti. En el nombre de Cristo, amén.
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