Nuestros secretos y sueños más íntimos.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
por RICARDO "RITCHIE" PUGLIESE
DESEOS
SALMO 38:9 Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no te es oculto.
¿Nunca te festejaron el cumpleaños y te pidieron que pensaras en tres deseos antes de apagar las velitas? ¿Has leído algo sobre la famosa fuente de los deseos donde uno tira una moneda a manera simbólica y pides tres deseos?
Quizás tú no hayas hecho esto por ser cristiano, pero lo que sí tú has hecho seguramente es pensar en aquellos deseos que deseas verlos hechos realidad en tu vida.
Como cristianos no hace falta que tiremos una moneda en una fuente de agua, ni que pensemos en tres deseos antes de que nos canten el “cumpleaños feliz” o soplar las velitas, pues tenemos a Alguien que sí nos entiende y aún más, puede cristalizar aquellos sueños engendrados en lo profundo de nuestro ser y transformarlos en realidad.
Como cristianos, tenemos el derecho de la comunión e intimidad con el Señor. Eso incluye el diálogo, donde Dios me habla y yo le hablo.
Si tú tienes sueños, que nadie sabe, ¿No será tiempo de compartirlos con el Señor?
Ante El nada hay oculto o secreto, pues El ve lo que hay en nuestro corazón. Al Señor le gusta que le compartamos nuestros secretos y sueños más íntimos. ¡El es muy reservado y no se los cuenta a nadie!, y además de eso, el filtra a cada uno de nuestros sueños para cristalizar, aquí en la tierra, aquellos que hayan provenido de Su corazón.
No te quedes callado ante tu Señor, sino preséntale aún aquellos sueños que a tu propio punto de vista parezcan irrealizables ¡pues El es el Señor de lo imposible!
CONFESION DE FE:
EL SEÑOR ES EL QUE ESCUCHA TODOS MIS SUEÑOS Y CRISTALIZA AQUELLOS QUE ESTAN EN SU PRECIOSA VOLUNTAD
ORACION:
En este momento te presento mis sueños. Quizás te parezcan algo “tontos” o ridículos, pero es lo que estoy soñando. Gracias Jesús porque eres para mí un amigo muy especial, que no sólo escuchas mis sueños sino también tienes el poder para concretarlos en mi vida. En Tu nombre, amén.
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