domingo, junio 18, 2017

REFLEXIÓN DE UN ADOLESCENTE

UN SALUDO MUY ESPECIAL A TODOS LOS PADRES,
PRESENTES Y AUSENTES.
Doy gracias a DIOS por el padre que tuve. Él me enseñó a conocerte, comprenderte y a amarte Padre Celestial. Siempre tengo en mi memoria todos los imborrables momentos que pasamos juntos, y es que jamás podría olvidarme del hombre que me dio todo su amor y su dedicación durante cada día de mi vida. Sus consejos, sus consuelos, sus palabras y todo de él han hecho de mí quien soy ahora. Papá, en verdad te lo agradezco muchísimo. Te quiero como no tienes idea. 
¡FELIZ DÍA PAPÁ!”

GÉNESIS 49 12    REFLEXIÓN DE UN ADOLESCENTE
He procurado ser el mejor hijo. Te amo y siempre te amaré.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
REFLEXIÓN DE UN ADOLESCENTE
GÉNESIS 49:12 “Juntaos y oíd, hijos de Jacob,
Y escuchad a vuestro padre Israel.”
         Papá, ya crecí, y a veces noto como que eres un poco distraído, éso me hace enojar porque si no te digo las cosas no te das por enterado. Pero ya me percaté de que los hombres en su mayoría, mis tíos, mis abuelos entre éllos, actúan de la misma manera.
         Papá, pienso que es por tu lado izquierdo del cerebro. Y ahora que me pongo a pensar... aparte de éso tú tienes tantas otras cosas tan maravillosas que no tiene mi mamá. Por ejemplo, tú siempre lo sabes todo, lo que yo te pregunte tú me lo respondes, a veces las mamás nunca saben nada y dicen: "pregúntale a tu papá".
         !Gracias pá, eres un sabio! éso me hace admirarte, ¡ERES LO MÁXIMO PARA MÍ!
         Tienes otra cosa más y que no se puede negar, es tu fuerza, papá. Cuando aprietas mi mano y medimos fuerzas siento que jamás seré igual, pero, yo creceré. Oigo a mi hermanita cuando grita: "papi dame tu mano", ahora entiendo que élla se siente segura agarrada de tu mano grande y fuerte. Con esa fuerza nos proteges, a mamá, a mis hermanitos y a mí.
         Papá, recuerdo cuando estaba chico y me daba miedo la oscuridad, y yo te buscaba llorando porque debajo de mi cama habían "unos monstruos", y un buen día serruchaste las patas de mi cama, ¡Ah papá!, que bien dormí desde esa noche. Cómo podré olvidar que con tu fuerza los vencistes a todos, y lo hiciste por mí, aunque pensándolo mejor me doy cuenta, que por tí también.
         Son tan diferentes mamá y tú, papá, sin embargo ambos me dan las mismas cosas que atesoro grandemente, su amor y su compañía. Me alimentan y me regañan. Otras veces me dan mi zurra, pero no es porque sean malos.
         Ahora me doy cuenta de que no son perfectos sino que han hecho una gran tarea en su mejor esfuerzo. Papá créeme, no te voy a criticar más, ¿sabes por qué?... Anoche te escuché decirle a mamá, con tu voz quebrada y algo preocupado: -“¡He procurado ser el mejor padre!  Te amo y siempre te amaré,”   Anita Irigoyen.
“Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el DIOS de mi padre ha estado conmigo”. Génesis 31:5.
OREMOS: Gracias Padre Celestial por mi papá y mi mamá que me diste.  Perdóname si fui causa de dolor, perdóname mis rebeldías,
gracias Señor.  Ayúdame a entender y comprender a mis padres a quienes amo mucho.  En Tí confío.  Por Cristo Jesús, amén.


No hay comentarios.: