jueves, diciembre 03, 2009

EL REGALO MAS GRANDE

El regalo más grande…
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Bendiciones,
Enio


Meditación Diaria

¡ALELUYA!
Nuestro Pan Diario

ISAÍAS 9:6 “Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz.”

El compositor Jorge Federico Haendel estaba en la bancarrota cuando en 1741 un grupo de organizaciones de caridad de Dublín le encargó componer una obra musical. Era para un acto de beneficencia en el que se recaudarían fondos para liberar a hombres de la cárcel por deudas. Aceptó el encargo y se entregó sin desmayo a su composición.

En tan sólo 24 días, Haendel compuso la famosa obra maestra El Mesías, la cual contiene «El Aleluya». Durante ese tiempo, jamás salió de su casa y a menudo estuvo sin comer. En algún momento, un sirviente lo encontró gimiendo sobre las partituras que estaba elaborando. Al narrar su experiencia, Haendel escribió: «Si estaba en mi cuerpo o fuera de mi cuerpo cuando lo escribí, no lo sé. Dios lo sabe». Posteriormente también dijo: «Creo que vi todo el cielo delante de mí y al mismo gran Dios».

Cada vez que lo escucho, «El Aleluya» se conmueve mi alma, y estoy seguro que la tuya también. Pero asegurémonos de hacer más que tan sólo admirarnos ante dicha música magnífica; abramos nuestros corazones con fe y adoración al Mesías prometido en el libro de Isaías (Isaías 9:2-7). Él ha venido a nosotros en la persona de Jesucristo para ser nuestro Salvador. — VCG
El Regalo más grande de Dios despierta nuestra más profunda gratitud. Amén

ISAÍAS 9:2-7
2 El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas.
3 Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo. Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten grandes riquezas.
4 Porque tú has deshecho la esclavitud que oprimía al pueblo, la opresión que lo afligía, la tiranía a que estaba sometido. Fue como cuando destruiste a Madián.
5 Las botas que hacían resonar los soldados y los vestidos manchados de sangre serán quemados, destruidos por el fuego.
6 Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz.
7 Se sentará en el trono de David; extenderá su poder real a todas partes y la paz no se acabará; su reinado quedará bien establecido, y sus bases serán la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso.

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