viernes, marzo 10, 2006

CUANDO COMENZAMOS A FLOJEAR

Cuando comenzamos a flojear…
Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

PEREZA
PROVERBIOS 24:10 Si fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida.

La pereza es una actitud natural del ser humano, especialmente cuando el cuerpo se encuentra fatigado y cansado y se debe hacer algo. Es normal tener pereza en un día de descanso donde sólo nos dedicamos a reposar, pero no lo es en el medio de una jornada laboral intensa.
A ninguna empresa laboral le interesa tener en su plantel a un trabajador perezoso. El perezoso es aquél que sólo le interesa cobrar su dinero pero hace su trabajo de mala gana y a un ritmo lento.
Algunos se quedan despiertos hasta altas horas de la noche, saliendo o haciendo otras cosas, y luego al otro día no tienen fuerzas para trabajar. Muchos ven al trabajo como un castigo cuando en realidad es una bendición.
Allí es donde aprendemos a cumplir órdenes, realizar tareas, cumplir metas y eliminar la pereza. Los flojos nunca son promovidos a mejores puestos, pues esa actitud siempre no les permitirá progresar.
Como cristianos debemos aprender a controlar la pereza cuando llegue a nuestras vidas en medio de nuestro lugar de trabajo. Cuando ésta llegue, haga un alto por unos minutos vaya al baño a lavarse la cara para refrescarse y volver a cumplir sus obligaciones.
No es de buen testimonio que un cristiano sea perezoso en su trabajo. El Espíritu Santo nos hace capaces y efectivos, nunca perezosos o negligentes.
Si en este tiempo estás atravesando un tiempo de pereza, ora al Señor, ajusta tus horarios, duerme lo suficiente y toma vitaminas energizantes a fin de que tu vida laboral sea de buen testimonio para la causa de Cristo.
¿Eres conocido como un perezoso o un buen trabajador?

CONFESION DE FE:
DESECHO LA PEREZA DE MI TRABAJO DIARIO EN EL NOMBRE DEL SEÑOR

ORACION:
Me doy cuenta Señor, que mi dieta y mis horarios están colaborando para que mi pereza se acreciente cada día en mi trabajo. Dame sabiduría y entendimiento para hacer los ajustes necesarios y volver a ser lo que era antes: Un trabajador diligente. Por Cristo Jesús. Amén.

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