lunes, marzo 15, 2021

TOQUE SANADOR

 Nuestras acciones amorosas pueden ser la presencia de DIOS para otras personas.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

TOQUE SANADOR

El Aposento Alto

 

MARCOS 1: 40-45

Jesús sana a un leproso

40 Vino a él un leproso que, de rodillas, le dijo: —Si quieres, puedes limpiarme.

41 Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano, lo tocó y le dijo: —Quiero, sé limpio.

42 Tan pronto terminó de hablar, la lepra desapareció del hombre, y quedó limpio. 43 Entonces lo despidió en seguida, y le ordenó estrictamente: 44 —Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.

45 Pero, al salir, comenzó a publicar y a divulgar mucho el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.”

Mi mente daba vueltas por el nacimiento prematuro de nuestra hija, por las anomalías congénitas y por tener que dejar a mi esposa en otro hospital.

En la unidad de cuidados intensivos neonatales, me quedé mirando a mi niñita. Se veía tan pequeña y frágil. Entonces una enfermera dijo: «Tóquela, ella necesita de su toque». Dudé, pero la enfermera insistió. La idea de que el toque incómodo de un padre aturdido podría contribuir a la sanidad de su hija me sorprendió. Mientras la tocaba suavemente pensé en cómo ella necesitaba el toque sanador de DIOS así como todos y todas, a veces, lo necesitamos.

En un momento de profunda pena, he sentido el amor de DIOS en la mano de un amigo sobre mi hombro. Cuando otras personas cristianas han orado por mí, poniendo sus manos sobre mí, he experimentado un gozo divino y una paz que nunca antes he conocido. Para mí, las manos de los hermanos y las hermanas de fe fueron las manos de DIOS.

Aunque no podemos sentir físicamente la mano de DIOS como mi pequeña hija sintió la mía, podemos sentir la presencia de DIOS al ser sanados, consolados, bendecidos, calmados y transformados a través de las acciones de quienes nos aman.

OREMOS: Oh DIOS, gracias por rodearnos con Tu amor sanador. En el nombre de JESÚS, amén.

Sr. Sam Wright (Florida, EE.UU.)

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