En tus manos toda mi existencia cambió.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA VASIJA DE MISERICORDIA
Reflexiones –
Renuevo de Plenitud
ROMANOS 9:22-23
“Y qué, si DIOS, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira
preparados para destrucción y para hacer notorias las riquezas de su gloria,
las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para
gloria”.
El maestro estaba
buscando una vasija para usar. En el estante había muchas- ¿Cuál escogería?. “Llévame”,
gritó la dorada. “Soy
brillante, tengo un gran valor y todo lo que hago, lo hago bien; mi belleza y
mi brillo sobrepasa al resto y para alguien como tú, Maestro, el oro sería lo mejor”.
El maestro pasó
sin pronunciar palabra; él vio una plateada,
angosta y alta; “Yo te sirvo amado Maestro, vertería tu vino y estaría en tu mesa cada
vez que comieras; mis líneas son agraciadas y mis esculturas son originales, y
la plata te alabaría para siempre”.
Sin prestar
atención el Maestro camino hacia la de bronce, era superficial, con una boca ancha y
brillaba como un espejo: “Aquí.. Aquí” grito la vasija. “Sé
que te seré útil, colócame en tu mesa donde todos me vean”. “Mírame”
gritó una copa de cristal muy limpia. “Mi transparencia muestra mi contenido
claramente, soy frágil y te serviré con orgullo y se con seguridad que seré
feliz de morar en tu casa”.
Vino el maestro
seguidamente hacia la vasija de madera, sólidamente pulida y tallada: “Me
puedes usar Maestro amado, pero úsame para las frutas dulces y no para el
insípido pan”. Luego el Maestro
miró hacia abajo y fijó sus ojos en una vasija de barro,
vacía, quebrantada y destruida, ninguna esperanza tenía la vasija de que el
Maestro la pudiera escoger para depurarla y volverla a formar, para llenarla y
usarla.
“Ah, ésta es la vasija que he deseado
encontrar, la restauraré y la usaré, la haré toda mía”. “No necesito la vasija
que se enorgullezca de sí misma, ni la que se luzca en el estante, ni la de
boca ancha, ruidosa y superficial, ni la que demuestre su contenido con
orgullo, ni la que piensa que todo lo puede hacer correctamente, pero si esta
sencilla llena de mi fuerza y de mi poder”
Cuidadosamente el
Maestro levantó la vasija de barro; la restauró y purificó y la llenó en ese
día, Le habló tiernamente diciéndole: “Tienes
mucho que hacer solamente viértete en otros como yo me he vertido en ti”.
Y mientras leía y
meditaba en estas palabras recordé que soy simplemente una vasija que por
misericordia DIOS me ha llenado. Hoy, por lo tanto no debo olvidar que sigo
siendo la vasija de misericordia para que el orgullo no se eleve por encima de
mi corazón y termine perdiendo fácilmente lo que por misericordia he recibido. “Señor.
Para mostrar tu amor y tu misericordia, un día tomaste mi vida quebrantada,
inútil, destruida y tristemente deshecha, pero en tus manos toda mi existencia
cambio.”
Hoy soy lo que
soy, solo por misericordia. Ayúdame en este día a no creerme la vasija de
cristal, de oro o de plata, más recordar en mi diario caminar que soy
simplemente una vasija quebrantada, más en tus manos restaurada.
Romanos 9:22-23 “Y qué, si DIOS, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su
poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción
y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos
de misericordia que él preparó de antemano para gloria”.
Serafín Contreras (Devocional En Lugares de Delicados Pastos)
ORACIÓN: Padre
Celestial. Hoy soy lo que soy, sólo por misericordia.
Ayúdame en este día a no creerme la vasija de cristal, de oro o de plata, más
recordar en mi diario caminar que soy simplemente una vasija quebrantada, más
en Tus manos restaurada. En el nombre de Cristo, amén.
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