Y el SEÑOR
lo hacía prosperar.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
JOSÉ: ADELANTE POR FE
GÉNESIS 39***
Como
creyentes, todos fallaremos de vez en cuando en nuestra fe. Cuando éso suceda,
¿cómo podremos controlar nuestras dudas? La clave es seguir enfocados en el
Padre Celestial para poder seguir adelante haciendo Su voluntad.
Piensa
en José, un héroe del Antiguo Testamento, quien confió en DIOS en todas las
terribles pruebas de sus primeros años. La fe lo sostuvo frente a la traición,
la esclavitud y la prisión. Apoyado en su confianza en el Padre Celestial, José
no permitió que sus circunstancias, el entorno o las opiniones de otros, lo
desviaran de actuar conforme a la voluntad de DIOS. José creía que cada
situación de su vida era por voluntad de DIOS.
La
reacción de la mayoría de las personas a las pruebas es quejarse de que su
situación es injusta e inmerecida. Están tan enfocadas en sus circunstancias
adversas, que pierden la oportunidad de servir a DIOS.
José
eligió un enfoque diferente. Este joven, que había sido vendido como esclavo
por sus hermanos, decidió hacer su trabajo con excelencia. Sus tareas en la
casa de Potifar probablemente eran de baja categoría, pero las realizaba como
si trabajara para el SEÑOR. Esta clase de compromiso le ganó a José la atención
y el respeto de su amo, y el esclavo hebreo fue recompensado con mayores
responsabilidades. Génesis 39:23 (LBLA) dice: “Todo lo que José
emprendía, le salía bien y el SEÑOR lo hacía prosperar”.
José pasó de una dificultad
a otra, pero se mantuvo centrado en el SEÑOR, quien le había prometido elevarlo
a una posición de liderazgo:"10 Cuando José se lo contó a su padre y
a sus hermanos, su padre lo reprendió, diciéndole: — ¿Qué significa este sueño?
¿Acaso que tu madre, tus hermanos y yo mismo, tendremos que inclinarnos ante
ti?" (Génesis 37:10).
José tenía un enfoque
práctico frente a sus desventuras: se mantenía pensando en DIOS y sirviéndole
sin detenerse en sus pruebas.
ORACIÓN: Gracias Padre Celestial por las bendiciones que Tú derramas
sobre nosotros en todo momento. Ayúdame Señor en mi diario vivir y quehacer.
Que todo lo haga de tal modo que sea como para Tí Señor. Te lo pido en el
nombre de Cristo, amén.
***Génesis 39
José y la esposa de Potifar
39 Cuando los comerciantes llevaron a José a Egipto, lo compró
Potifar, que era oficial del rey y capitán de su guardia. 2 A
José le fue muy bien allí, en la casa de su amo egipcio, pues Dios estaba con
él. 3 Potifar vio que Dios ayudaba a José y hacía que todo le
saliera bien. 4-6 Por eso trató amablemente a José, lo puso a
cargo de su casa y de todo lo que tenía. A partir de ese momento, y gracias a
José, Dios bendijo a Potifar en todo, y él no se preocupaba ya de nada, más que
de comer.
Como José era muy guapo y atractivo, 7 la mujer de
su amo se fijó en él, y le propuso: —¡Ven, acuéstate conmigo!
8 En vez de aceptar,
José le contestó: —Mi amo confía en mí, y por eso ha dejado todo a mi cargo.
Estando yo al frente de todas sus riquezas, él no tiene nada de qué
preocuparse. 9 No me ha prohibido nada, y en esta casa nadie
tiene más autoridad que yo. Pero usted es su esposa. Tener relaciones sexuales
con usted, sería pecar contra Dios.
10 Y aunque todos los
días ella le insistía, él la rechazaba. 11 Un día, José entró
en la casa para hacer su trabajo. Entonces ella, aprovechando que no había
nadie en la casa, 12 lo agarró de la ropa y le exigió:
—¡Acuéstate conmigo!
Pero José prefirió que le arrebatara la ropa, y salió corriendo de
la casa. 13 Entonces ella, al verse con la ropa de José en las
manos, 14 llamó a gritos a los sirvientes y les dijo: M—¡Miren, este hebreo que trajo mi esposo ha
venido a burlarse de nosotros! Se metió aquí y quiso violarme, pero yo me puse
a gritar con todas mis fuerzas. 15 En cuanto me oyó gritar y
pedir ayuda, salió corriendo ¡y hasta la ropa dejó!
16 Ella guardó la ropa
de José hasta que regresara su esposo. 17 Cuando Potifar llegó,
ella le contó la misma historia: «Ese esclavo hebreo que nos trajiste quiso
violarme. 18 Pero en cuanto empecé a gritar pidiendo ayuda,
dejó su ropa junto a mí y salió corriendo de la casa».
19 Al oír Potifar las
quejas de su esposa, se enojó mucho. 20 Entonces agarró a José
y lo metió en la cárcel, donde estaban los presos del rey.
Pero aun en la cárcel 21 Dios siguió ayudando a José
y dándole muestras de su amor, pues hizo que el carcelero lo tratara bien. 22 Y
así, el carcelero puso a José a cargo de todos los presos y de todos los
trabajos que allí se hacían. 23 El carcelero no tenía que
vigilarlo, porque Dios ayudaba a José y hacía que todo le saliera bien.
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