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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
MURO
ZACARIAS 2:5 “Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.”
Las ciudades antiguas vivían rodeadas de gruesos muros protectores y de gran altura, a fin de que los enemigos no pudieran conquistarla. La vida o la muerte, la libertad o la cautividad, dependían de ese muro. Hoy día seria muy fácil conquistar una de estas ciudades por el aire, pero en aquella época toda conquista era por tierra. En los muros había centinelas que advertían al pueblo la llegada de amigos y de enemigos, pero la clave de la seguridad eran los muros protectores hechos de piedra.
MURO
ZACARIAS 2:5 “Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.”
Las ciudades antiguas vivían rodeadas de gruesos muros protectores y de gran altura, a fin de que los enemigos no pudieran conquistarla. La vida o la muerte, la libertad o la cautividad, dependían de ese muro. Hoy día seria muy fácil conquistar una de estas ciudades por el aire, pero en aquella época toda conquista era por tierra. En los muros había centinelas que advertían al pueblo la llegada de amigos y de enemigos, pero la clave de la seguridad eran los muros protectores hechos de piedra.
El pasaje de hoy nos dice que nuestro Dios es para nosotros como un muro alrededor. No es un muro hecho de manos ni es de piedra, sino de un “material” totalmente infranqueable: La presencia de Dios. Aquellos cristianos que caminan en fidelidad y obedecen los preceptos del Señor, cuentan con esta gran protección.
¡Si pudiéramos ver por un instante nuestra realidad espiritual nos veríamos rodeados de un muro de fuego de la Presencia del Señor! Este fuego para nosotros es protector, pero para los que nos quieren atacar o hacer daño es destructor.
En medio de la violencia que azota a nuestro mundo, el pasaje de hoy nos dice que la verdadera seguridad no está en chalecos antibalas ni en tener guardaespaldas, sino en caminar con el Señor. Hacer esto nos asegura una poderosa y efectiva protección.
Tú en este día puedes caminar seguro, sin temores, porque aunque tú no lo veas el muro de Dios te estará protegiendo de toda calamidad.
CONFESION DE FE:
VIVO RODEADO POR EL MURO PROTECTOR DEL SEÑOR
ORACION:
Te alabo oh Señor, porque Tú eres mi verdadera seguridad. Gracias por cubrirme con tu muro de fuego celestial. Por Cristo nuestro Señor, amén.
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