Sobre mi seguridad permanente.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
por Richard M. Publiese
ESCUDO
SALMO 3:3 “Pero tú, Señor, eres mi escudo protector, eres mi gloria, eres quien me reanima.”
Las batallas de la antigüedad se caracterizaban principalmente por la lucha cuerpo a cuerpo. A medida que fueron pasando los años, cada ejército inventó mayores y mejores técnicas para protegerse de las flechas y la espada del enemigo. El escudo era una herramienta indispensable para evitar ser herido y lastimado en la lucha cuerpo a cuerpo. La costumbre de la época era lanzar flechas encendidas sobre el adversario. Es por eso que los escudos los hacían de cuero y los mojaban, antes de iniciar la batalla, para apagar las flechas de fuego.
La tecnología de hoy dia prácticamente eliminó la guerra cuerpo a cuerpo donde es más una guerra “fria” dirigida, por medio de armas sofisticadas, donde se lanzan los ataques sin necesidad de tener cerca al enemigo. Si bien no todos hemos ido o iremos a una guerra, como cristianos todavía tenemos que usar el escudo espiritual para protegernos del ataque del diablo y sus demonios. La vida cotidiana es una lucha diaria, donde tenemos que enfrentar desafíos y el feroz ataque de personas, muchas veces influenciadas por el maligno. Esto puede ser en nuestra vida diaria como en el trabajo, en el barrio o en la familia. Somos atacados duramente y quedamos heridos.
El pasaje de hoy nos motiva a darnos cuenta que tenemos un escudo más protector, que es el Señor. El está dispuesto a rodearnos con su poder para que nada, ni nadie nos haga daño. Nunca te olvides: Cada mañana, antes de salir para el trabajo o cualquier otra actividad, toma El Escudo, que es el Señor. Házlo también al acostarse a dormir cada noche. Pídele a Dios que refuerce tu protección sobre tu vida y podrás caminar y dormir seguro en medio de un mundo inseguro. ¡Nuestro Dios es un verdadero escudo protector!
CONFESION DE FE:
EL SEÑOR JESUCRISTO ES MI ESCUDO PROTECTOR LAS 24 HORAS DEL DIA
ORACION:
Señor, gracias porque Tú eres mi escudo en todo momento. Gracias te doy porque puedo hacer mis tareas tranquilo y dormir bien seguro teniéndote a Ti como mi Protector. Por Cristo Jesús. Amén.
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