LOS PARAMETROS DE DIOS

Los parámetros de Dios.
Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

LLENURA
HECHOS 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

Nuestros parámetros para elegir y seleccionar a las personas, para una función o cargo especial, difieren completamente de los parámetros de Dios.
Generalmente en los clasificados de los periódicos se solicitan personas que tengan buena apariencia, dicción, modales, niveles de estudios, etc. Por cierto todo esto es bueno y necesario para ocupar una posición laboral, pero estos requisitos solamente no son necesarios para ocupar una posición espiritual en la Iglesia del Señor. Lamentablemente en las iglesias locales tenemos muchas veces personas bien calificadas naturalmente, pero poco calificadas espiritualmente. Ellos son bien desenvueltos y hábiles para la función, pero no cumplen los requisitos básicos estipulados en la Palabra de Dios para la calidad de la función. La clave para poder ocupar alguna ocupación, o posición, en las cosas de Dios es una vida llena del Espíritu Santo.

En la iglesia del Señor hasta la persona que barre o limpia los baños, debe ser una persona llena del Espíritu Santo. Nosotros hemos limitado la llenura del Espíritu sólo a los Ministros o grandes Evangelistas, pero la Biblia nos enseña que la vida normal de cualquier creyente, sin importar su función o posición, debe ser una vida controlada por el Espíritu Santo. Es lamentable cuando una organización cristiana está manejada por personas con vidas espirituales mediocres; es triste ver en la iglesia a muchas personas hacer y hacer cosas sin tener una vida de calidad espiritual.
Para Dios, lo más importante no es lo que hacemos sino lo que somos. ¿Eres tú un cristiano lleno del Espíritu Santo?


CONFESION DE FE
DEJO DE VIVIR EN MEDIOCRIDAD COMO CRISTIANO, VIVIENDO UNA VIDA LLENA DEL ESPIRITU SANTO


ORACION:
Perdóname Señor por creer la mentira que dice que lo más importante es hacer que ser. Te entrego mi vida hoy, para que trabajes en mí y me ayudes a ser primero una persona llena de tu Espíritu Santo, para luego hacer algo que glorifique tu Nombre. En el nombre de Jesucristo, amén.