UNA MEJOR MANERA DE VIVIR

Hoy dejaré de preocuparme y comenzaré a orar.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

UNA MEJOR MANERA DE VIVIR

El Aposento Alto

**Leer 2 Corintios 12:6-10

2 CORINTIOS 12:9 “pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.»

Por eso, con mucho gusto habré de jactarme en mis debilidades,

para que el poder de Cristo repose en mí.” (RVC)

En ocasiones cuando hecho un vistazo a mi agenda para las próximas semanas, me pregunto cómo podré cumplir con todo. Otras veces me abruma cómo podré llevar adelante todos los desafíos de la vida.

En este momento puedo elegir sentirme ansiosa e imaginar los peores escenarios, o tomar otro camino. Puedo dejar de preocuparme y empezar a orar. Normalmente la oración me calma, me recuerda que debo confiar en DIOS día a día. La gracia de DIOS es suficiente para cada momento de cada día (**Ver 2ª a los Corintios 12:6-9).

Puedo elegir vivir en el presente y abrir mis ojos y oídos para disfrutar las bendiciones cotidianas en lugar de ocuparme del mañana y la próxima dificultad. Puedo elegir «llevar cautivo» los pensamientos negativos (ver 2ª a los Corintios 10:5) y pensar mejor en la verdad de la palabra de DIOS.

No puedo afirmar que ésto es siempre sencillo, pero con la práctica ésto se ha vuelto una norma para mí. Por experiencia propia sé que puedo confiar en que DIOS suplirá todas mis necesidades. He visto a DIOS darme fuerza en el momento exacto en que la necesitaba. Así, elijo una mejor manera de vivir, un día a la vez, confiando en DIOS con un corazón agradecido.

OREMOS: Padre Amoroso, danos la confianza para entregarnos a Tí en toda situación. En las dificultades de la vida, ayúdanos a depender en Tus fuerzas y no en las nuestras. En el nombre de Cristo, amén.

Sra. Ann Stewart (Australia del Sur, Australia)

**Leer 2 Corintios 12:6-10

Sin embargo, no sería insensato de mi parte el querer jactarme, porque estaría diciendo la verdad; pero prefiero no hacerlo, para que nadie piense de mí más de lo que ve u oye de mí. Y para que no me exaltara demasiado por la grandeza de las revelaciones, se me clavó un aguijón en el cuerpo, un mensajero de Satanás, para que me abofetee y no deje que yo me enaltezca. Tres veces le he rogado al Señor que me lo quite, pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por eso, con mucho gusto habré de jactarme en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose en mí. Por eso, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones y en las angustias; porque mi debilidad es mi fuerza.

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