Dios mío, confío en Tu gran amor.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CUANDO LAS CARGAS
PAREZCAN INSOPORTABLES
Ministerios En Contacto
SALMO 13 “¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me
olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
¿Hasta cuándo tendré conflictos en mi alma, con angustias en mi corazón
cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi
enemigo sobre mí?
Mira, respóndeme, Jehová, Dios mío;
alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte, para que no diga mi
enemigo: «Lo vencí.» Mis enemigos se alegrarán si yo resbalo.
Mas yo en tu misericordia he confiado;
mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová porque
me ha hecho bien.”
¿Qué influye más en tu vida: las circunstancias o
su perspectiva? Aunque podemos anhelar una vida placentera llena de abundancia,
comodidad y buenas experiencias, la realidad es que vivimos en un mundo caído.
Casi nada es como debería ser, pero la forma como percibimos las dificultades y
las cargas de la vida dependen en gran medida de nuestra perspectiva.
Por ejemplo, cuando estamos sobrecargados, el mundo
puede parecernos oscuro, aunque el sol esté brillando. Las aves pueden estar
cantando, pero lo único que escuchamos son los gritos de dolor de nuestro
propio corazón. Las cargas parecen tan abrumadoras que podemos llegar a
distanciarnos de los demás, lo cual sólo nos motiva a pensar más en nuestros
problemas, y nos lleva a la desesperación.
Pero cuando leemos los Salmos, sus palabras
penetran nuestras sombrías circunstancias, invitándonos a acercarnos al SEÑOR y
a encontrar descanso en ÉL. ¡Qué misericordioso es el SEÑOR al darnos este
maravilloso libro de consuelo! Pero aún más grandes son las lecciones que
aprendemos.
En el Salmo de hoy, David está agobiado por las
cargas, y pregunta: “¿Hasta cuándo?” ¿Alguna
vez te has sentido así? Él describe sus problemas y pide una respuesta, pero al
final del Salmo su perspectiva cambia cuando recuerda que DIOS es digno de
confianza.
Si sientes como si estuvieras cargando el peso del
mundo sobre tus hombros, haz una pausa y pon tu mirada en el Padre Celestial.
Recuerda alguna ocasión en la que DIOS te sostuvo en medio de una prueba, y
regocíjate por Su fidelidad constante. ÉL no te falló entonces, y no te fallará
ahora.
OREMOS: Padre Celestial. Pongo
mis problemas y temores a Tus pies y ayúdame a superarlos. En el nombre de
Cristo, amén.
Te invito a visitar nuestra
página web en la siguiente dirección:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario