Hacer la voluntad de DIOS.
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Bendiciones,
Enio
Devocional Diario
LAS RECOMPENSAS POR TRABAJAR BIEN
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EFESIOS 6:5 “Esclavos y amos - Esclavos,
obedezcan ustedes a los que aquí en la tierra son sus amos. Háganlo con
respeto, temor y sinceridad de corazón, como si estuvieran sirviendo a Cristo.
Sírvanles, no solamente cuando ellos los están mirando, para quedar bien con
ellos, sino como siervos de Cristo, haciendo sinceramente la voluntad de Dios.
Realicen su trabajo de buena gana, como un servicio al Señor y no a los
hombres. Pues deben saber que cada uno, sea esclavo o libre, recibirá del Señor
según lo que haya hecho de bueno.“ (DHH)
Para
ayudarme con el pago de mis estudios en la universidad, pasaba las vacaciones
trabajando en una fábrica textil. Mi tarea era en el área de blanqueo, la parte
más caliente del complejo. No me gustaba el trabajo, ni el calor, ni el difícil
jefe que tenía, y durante las primeras dos semanas mi insatisfacción se hizo
evidente. Me di cuenta de que el trabajo no podía cambiar, pero mi manera de
pensar sí. Entonces decidí trabajar como si el Señor fuera mi jefe, y esa
decisión lo cambió todo.
El
calor ya no me molestaba, el trabajo se me hizo tolerable y, lo mejor de todo,
tuve muchas oportunidades de compartir mi fe porque mis colegas trabajadores
notaron que yo era diferente. Cuando
volví el verano siguiente, ese duro jefe me dio empleo sin vacilar.
Tratar
nuestro trabajo como una extensión de nuestro servicio a DIOS es lo que cambia
nuestra actitud. Agradar a DIOS nos motiva a hacer las cosas lo mejor posible,
y éso inevitablemente se traduce en motivo de gozo para el creyente. Un trabajo
puede ser difícil, frustrante o aburrido, pero podemos estar satisfechos en vez
de cultivar emociones negativas.
Una
actitud de siervo impacta, igualmente, a otros empleados. El servicio que se
hace con gentileza y humildad capta la atención de nuestros compañeros de
trabajo, lo cual, a su vez, nos da la oportunidad de ministrar a aquellos con
quienes pasamos varias horas al día.
Las
recompensas del servicio entusiasta pueden tomar muchas formas, entre éllas una
mayor satisfacción personal y la oportunidad de ser un reflejo de Cristo.
También está la gran dicha de saber que nuestro Padre Celestial se siente
satisfecho por lo que hacemos.
ORACIÓN: Ayúdame
Señor a cambiar mi actitud frente al trabajo. Que sienta que Tú eres mi Jefe y
todo lo que haga sea para agradarte, Señor. Ayúdame a hacer Tu voluntad, Te lo
pido, Señor.
En el nombre de
Cristo, amén.
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