Los años
inevitablemente pasarán…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿ESTAMOS PREPARÁNDONOS
PARA IR AL CIELO?
EFESIOS 2:10 "Porque
somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales DIOS
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas."
Ayer recibimos la noticia que César partió a morar con el Señor; él
fue un amigo del barrio que tuvo una profunda pasión y fe por proclamar las
verdades bíblicas. Su partida nos lleva una vez más a reflexionar si estamos
preparándonos para ir el cielo.
Inmediatamente después que aceptamos a Jesucristo como nuestro
Salvador, comienza el proceso de santificación que el Espíritu Santo lleva a
cabo en nuestras vidas. Es la voluntad de DIOS que, una vez somos salvos,
caminemos en santidad junto a ÉL y que Le sirvamos de alguna manera. Es decir,
no es el propósito de DIOS salvarnos para que nos sentemos lo más cómodamente
posible sin hacer absolutamente nada.
El pasaje de hoy dice que hemos sido “creados en Cristo Jesús para buenas obras.”
Esas “buenas obras” son el producto de nuestro servicio a DIOS. Nosotros
podemos hacer muchas obras, pero las “buenas obras” se originan cuando servimos
al Señor conforme a Su voluntad.
Hay muchas maneras en las que podemos servir a DIOS, pero lo más
importante es que por simple que nos parezca el servicio, lo hagamos tratando
de agradar al Señor. Dice Colosenses 3:23-24: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”
Los años inevitablemente pasarán y llegará el día en el que habremos
de enfrentarnos cara a cara con nuestro Señor. Y en ese momento cada uno de nosotros
dará cuenta por lo que hizo con su vida, y dependiendo de éllo recibirá su
recompensa. Así dice el Señor en Apocalipsis 22:12: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Los que
somos salvos no tendremos que pasar por un juicio de condenación. Pero aquí la
Biblia habla de un juicio de retribución, en el que cada uno será recompensado
de acuerdo a las obras que hizo en su vida. Y esa recompensa estará basada en
las oportunidades que tuvimos de servir a DIOS y lo que hicimos con cada una de
esas oportunidades.
El propósito de DIOS durante nuestra vida en este mundo es prepararnos
para vivir la eternidad junto a ÉL. DIOS capacita a cada uno de nosotros para
disfrutar del cielo en la medida en que cada uno de nosotros respondió a Su
llamado a la santificación y al servicio. Algún día cada uno de nosotros estará
frente a frente a nuestro Señor Jesucristo. No sabemos cuándo, pero ese momento
habrá de llegar.
¿Te imaginas qué vas a sentir en ese instante? Lo que sientas
dependerá principalmente de cuán íntimamente le hayas conocido aquí, de cuánto
hayas entendido lo que ÉL hizo por ti en la cruz del Calvario, de cuánto hayas
mostrado tu amor y tu agradecimiento obedeciéndole y sirviéndole. Lo que cada
uno de nosotros va a sentir en ese momento y por la eternidad se construye
aquí, mientras estemos en este mundo.
DIOS nos ha llamado para salvación de nuestras almas por medio de
Jesucristo. También DIOS nos ha llamado a servirle, a que seamos, de alguna
manera, instrumentos de ÉL en Su plan de salvación para este mundo; a que
llevemos a cabo las buenas obras que ÉL espera de cada uno de nosotros. Entonces,
algún día, Jesús llevará a cabo su promesa de “recompensar a cada uno según sea su obra.”
¡Solo a DIOS sea la gloria!
ORACIÓN: Padre Santo, Te doy gracias por Tu promesa de una eternidad junto a
Tí, sin sufrimientos, ni tristeza, ni dolor. Te ruego que me ayudes a ser
obediente a la dirección de Tu Santo Espíritu, y vivir una vida de santidad y
servicio que honre y glorifique Tu nombre. En el nombre de Jesús. Amén.
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