La mesa está servida…
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
ALIMENTO
SALMO 104:15 “Y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida del hombre.” (Reina y Valera)
¡Que rico y delicioso es disfrutar de una buena comida y bebida! Cuando salimos contentos y satisfechos de un restaurante fluye de nosotros un: - ¡valió la pena venir a este lugar! -.
ALIMENTO
SALMO 104:15 “Y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida del hombre.” (Reina y Valera)
¡Que rico y delicioso es disfrutar de una buena comida y bebida! Cuando salimos contentos y satisfechos de un restaurante fluye de nosotros un: - ¡valió la pena venir a este lugar! -.
El "sentarse a la mesa" tiene un significado profundo, más allá de ser saciados y alimentados. El "sentarse a la mesa" implica también comunión e intimidad. Es un momento especial, que debe venir acompañado de una bebida y comida especial.
En las cosas de Dios sucede lo mismo. Cada día somos invitados a la “mesa” del Señor para disfrutar de una rica bebida y comida espiritual.
El pasaje de hoy utiliza las palabras “vino”, “pan” y “aceite” para simbolizar una acción definida del Espíritu Santo. El vino representa el óleo de gozo que viene para sanar nuestras tristezas internas; el pan representa el alimento espiritual que viene del cielo para fortalecernos y darnos salud; el aceite representa la protección contra las presiones de la vida.
Cuando alguien se atreve con fe a sentarse en la mesa, con el Señor, recibimos todos estos beneficios. La intimidad con Dios incluye sentarnos a su mesa, donde los manjares celestiales están disponibles para ser saciados.
Hay cristianos raquíticos espirituales que nunca se han sentado a la mesa del Padre, y sólo se han conformado con las migajas del reino. Elige en este día lo mejor, y tu vida interior resultará saciada como jamás lo imaginaste ¡porque Cristo realmente satisface!
CONFESION DE FE:
ME SIENTO A LA MESA CON EL SEÑOR A DISFRUTAR DE SUS MANJARES CELESTIALES
ORACION:
Señor, no quiero sólo las migajas del Reino sino por sobre todo sentarme a Tu lado para ser saciado en Tu mesa. ¡Gracias Dios mío! Por Cristo, nuestro Señor, amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario