De cómo recibir más de lo que uno da...
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Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

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PROVERBIOS 11:24
“Hay gente desprendida que recibe más de lo que da, y gente tacaña que acaba en la pobreza.”

Cierta vez le hicieron un reportaje al hombre más rico del mundo y le preguntaron cuánto dinero hacia falta para ser feliz. El respondió sonriente: - ¡Un poco más! -. Siempre el ser humano anhela algo más. Las riquezas y posesiones que tengamos no son sinónimos de alcanzar la felicidad.

Para el cristiano las riquezas y posesiones que pueda tener no son un fin sino un medio para glorificar a Dios. El resultado de esa actitud es alcanzar la verdadera felicidad y realización en la vida. El pasaje de hoy nos enseña que el cristiano que trabaja y prospera debe ser un persona desprendida.Dios nos prospera no solo para que vivamos bien sino principalmente para que invirtamos en su Reino. La iglesia local donde tú te congregas es el lugar principal donde debes honrar a Dios con tus diezmos y ofrendas. La prosperidad de Dios viene sobre el cristiano para que este ayude a la iglesia de Cristo a cumplir el propósito de Dios. Los bienes materiales nunca deben ser un fin en si mismos, sino un medio para glorificar a Dios.

Hay bendición preparada para el cristiano que es desprendido pero gran dolor para aquellos que, con lo que el Señor les permitió ganar en sus trabajos o empresas, se han guardado la bendición y han retenido más de lo que les correspondía. ¿Eres una persona desprendida o un retenedor?

CONFESION DE FE:

POR EL PODER DE DIOS SOY TRANSFORMADO EN UN CRISTIANO DESPRENDIDO

ORACION:

Perdóname Señor por ser un retenedor y no darte a Ti, ni llevar a la iglesia local donde me congrego, lo que a ti te corresponde. Perdóname por olvidarme que esta bendición económica que estoy recibiendo en este tiempo es por Tu pura Gracia y para que invierta en las cosas de tu Reino. Prometo devolverte lo que a Ti te corresponde. ¡Muchas gracias Señor por Tu paciencia para conmigo! Por Cristo Jesús, amén.