martes, febrero 21, 2006

EL GRAN MÉDICO

El Médico de médicos.
Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

SANIDAD
ISAIAS 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Nuestro mundo es un mundo azotado por las enfermedades. Prácticamente cada día se descubren nuevos virus que traen nuevas enfermedades.
Las noticias nos informan como la enfermedad sacude las naciones, ciudades y barrios transformando el lugar en un verdadero foco infeccioso. Las enfermedades no respetan posición social, raza o educación, pueden alcanzar tanto a grandes como a pequeños.
Nuestro mundo, por así decirlo, es un mundo infectado por las enfermedades. Los especialistas han calificado a las enfermedades como las del primer mundo o las del subdesarrollo, pero su efecto es igual en ambos lados. Cada día podemos ser alcanzados por las diversas enfermedades que azotan el mundo.
Como cristianos, tenemos una salida y es el poder de nuestro Señor Jesucristo. Con El podemos estar seguros, pues nos proveerá salud divina diaria y cuando sea necesaria vendrá Su Sanidad.
La ciencia médica no contradice las Escrituras, pero debemos saber que el Único capaz de dar en la tecla y sanar completamente es el Señor Jesucristo.
No se predica mucho ésto, pero la palabra griega para “salvación” no sólo se refiere al alma sino también a la sanidad corporal.
Cuando Cristo fue a la cruz del Calvario, pagando un gran precio, nuestra salvación y sanidad estuvieron incluídas.
No importa el último reporte de los médicos o los dolores repentinos que le hayan venido. Decide en este momento creer y aferrarte al Gran Médico Celestial Jesucristo. El tiene todo poder para sanar tus enfermedades y dolores en este mismo instante.
¡No hay mejor cobertura médica como la cobertura celestial que da Jesucristo!

CONFESION DE FE:
EN CRISTO PUEDO VIVIR CON SALUD DIVINA DIARIA

ORACION:
Señor Jesús, Tú eres mucho más que un Dios que habita dentro de las paredes de una iglesia y que esta presente sólo los Domingos en el servicio. ¡Tú eres un Dios real y activo para sanar completamente mis dolores y enfermedades! Te lo pido en el Nombre de Tu Hijo Amado, Jesucristo, amén.

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