MÁS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS

La primera impresión…

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

MÁS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS

1^a SAMUEL 16:7b “pues DIOS ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón.”

John estaba esperando para comprar unos helados cuando lo vio. El individuo mostraba en su rostro las marcas de demasiadas peleas: una nariz rota y algunas cicatrices. Tenía la ropa arrugada, pero limpia. John se paró entre él y sus hijos como queriendo defenderlos, y usó su espalda para levantar una pared.

La primera vez que habló, John no entendió lo que dijo y simplemente asintió con la cabeza, por cortesía. Casi ni lo miraba a los ojos. Como su esposa no estaba con John, el individuo pensó que éste era padre soltero, y amablemente le dijo a John: «Es difícil criar hijos solo, ¿no?».

Algo en su tono de voz hizo que John se diera vuelta para mirarlo. Solo entonces, notó que estaba con sus hijos, y le contó que su esposa había muerto hacía mucho tiempo. Sus palabras suaves contrastaban con su tosco aspecto.¡Fue una lección tan grande para John! De nuevo, no había observado más allá de las apariencias.

Jesús también se encontró con personas cuyo aspecto podría haberlo alejado, incluso el endemoniado del que habla el pasaje (Marcos 5:1-20). Sin embargo, Él veía las necesidades del corazón y las suplía.  

DIOS no se centra en nuestra apariencia externa; es lo que hay en el interior lo que le importa a ÉL, por lo que, desde Su perspectiva, la apariencia externa no es la mejor manera de juzgar a una persona.

Hay un viejo dicho que dice “no juzgues un libro por su cubierta.” Su significado es simple, la apariencia de una persona, o bien sus atributos físicos o ropa, no son indicación de su interior. Tenemos que tener mucho cuidado porque la apariencia externa puede ser muy engañosa. Hay gente en este mundo que muchos consideran hermosos por fuera, pero su interior no coincide con su belleza exterior temporal.

Se presentarán momentos en nuestras vidas en que dudaremos de darles a las personas una oportunidad y las juzgaremos por nuestra primera impresión de éllas. Si ocurriera, recordemos tener en cuenta que las primeras impresiones rara vez nos dicen mucho sobre una persona, así que debemos darles algún tiempo para revelar lo que está en su corazón antes de tomar una decisión. 

Un verdadero hijo de DIOS reflejará un espíritu humilde, amor por DIOS y por los demás. Cristo siempre nos mira con amor, aunque tengamos cicatrices del pecado y una naturaleza estropeada que afecta nuestra fidelidad. Quiera DIOS ayudarnos a remplazar nuestra arrogancia con el corazón amoroso del Señor.

ORACIÓN: Señor, sólo Tú conoces cada corazón, y oro en este día por discernimiento de Tu Espíritu Santo para reconocer las cualidades de las personas que entran en mi vida y no centrarme únicamente en la apariencia exterior, sino a mirar su corazón. En Cristo Jesús. Amén.